Para el Gobierno, el mercado empieza a aceptar que no habrá “devaluación brusca”

Cerca de Caputo destacan que las proyecciones de los analistas convergen hacia la tasa de 2% mensual y se alinean la pauta del Banco Central.

Para el Gobierno, el mercado empieza a aceptar que no habrá “devaluación brusca”
Para el Gobierno, el mercado empieza a aceptar que no habrá devaluación brusca

En la interpretación del Gobierno nacional, el mercado comienza a aceptar que no habrá una devaluación brusca, dado que las proyecciones de los analistas convergen hacia una tasa de depreciación del peso de 2% y de esta forma se alinean con el esquema monetario y cambiario.

Federico Furiase asesor del ministerio de Economía se apoyó en los resultados del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publicó el Banco Central para destacar la posición oficial.

El economista sostuvo que el “ancla cambiaria del crawling del 2%, más el ancla fiscal y monetaria” provocaron una fuerte caída en la expectativa de devaluación.

“Las expectativas del REM para el tipo de cambio a diciembre de 2024 siguen cayendo fuerte y convergen al 2%. La proyección actual de tipo de cambio para diciembre de este año está 36% abajo respecto de la proyección en enero de 2024″, destacó el asesor.

De acuerdo al conjunto de especialistas el dólar valdrá $ 942,5 a fin de agosto, $ 961,4 a fin de septiembre (+2%), $ 986,9 a fin de octubre (+2,65%), $ 1.029,7 a fin de noviembre (+4,3%) y $ 1.088,2 a fin de diciembre (+5,7%). Furiase sostiene que los incrementos del último bimestre irán acercándose al 2%.

Añadió a su análisis que “la misma dinámica se observa en los mercados de futuro” del dólar con referencia a diciembre de 2024.

Furiase también enfatizó que este comportamiento es “clave en desinflación núcleo”.

Informe previo a los aumentos de agosto

El Gobierno nacional viene manteniendo una dura puja con el mercado financiero acerca de la tasa de devaluación del peso en relación a la inflación.

De allí que los resultados que ofreció el REM del Banco Central le permitieron al Gobierno fortalecer su discurso.

No obstante cabe la aclaración que el estudio que publicó el martes la autoridad monetaria se realizó con datos recogidos entre el 29 y 31 de julio cuando aún los participantes no contaban con la información de los aumentos de tarifas y de los combustibles que impulsarán la inflación de agosto y pueden profundizar la conclusión de atraso cambiario.

Fueron 42 participantes, entre quienes se cuentan 28 consultoras y centros de investigación locales e internacionales y 14 entidades financieras de Argentina.

El plan enunciado por el Gobierno en diferentes ocasiones es provocar una fuerte caída de la inflación, que la ubique lo más cercano a cero posible para que luego la corrección llegue a través del crawling peg del 2% mensual, sin necesidad de un salto brusco del tipo de cambio.

Esta convergencia es una de las condiciones que debe cumplirse para que la gestión de Milei decida levantar el cepo.

Esta teoría es refutada por gran parte de los economistas porque consideran que la caída de la inflación no será tan abrupta como pretende el Gobierno.

De allí que la explicación de Furiase, de estrecho vínculo con Caputo, cobra significación porque “da vuelta el análisis” y plantea que al caer las expectativas de devaluación caerán las de inflación y eso hará que la inflación núcleo (aquella que despeja factores coyunturales) se acerque más rápido que el Indice de Precios al Consumidor (IPC) al objetivo oficial.

Según el resultado del REM, los analistas calcularon una fuerte baja en la inflación anual (medida por IPC) de 10,7%, perforando el 4% mensual, pero lejos del 2% pretendido.

La diferencia entre el IPC y la inflación núcleo la marcan, entre otras cosas, aumentos de tarifas que, por ejemplo, tendrán más impacto en el AMBA que en el interior del país y por lo tanto se tratan de despejar.

En paralelo, el Gobierno sigue trabajando en la búsqueda de financiamiento internacional para fortalecer las reservas que le permitan consolidar su posición al momento de que la inflación y la devaluación sean compatibles y se avance en el levantamiento de las restricciones cambiaras. En ese sentido, trascendió que se negocia con el Banco Santander un préstamo por US$ 1.000 millones que se desembolsaría en enero para pagar los vencimientos de ese mes. Esta negociación había sido comunicada como un hecho por Caputo la semana pasada ante brokers, pero aún resta una negociación.

Dólar mixto

En tanto, este miércoles el dólar mostró resultados mixtos en una operatoria menos traumática con relación a los días previos luego que la Bolsa de Japón recuperara otro 2% y desde el Banco de Japón se anunció que no habrá otra suba de tasa de interés en medio de la volatilidad mundial.

El blue escaló $ 10 y cerró en $ 1.385. En cambio las variantes financieras lo hicieron en baja con el MEP a $ 1.332 y el Contado con Liquidación a $ 1.328.

Por su parte, el Banco Central compró US$ 47 millones y en lo que va de agosto pudo incorporar US$ 160 millones.