De cara a hacer un 2023 un año más aliviado en cuanto a las finanzas, el Gobierno plantea una serie de proyectos que buscarían que la inflación se sostenga en el orden del 60% para este año que comienza.
Los ministerios de Economía y Trabajo mantienen agendas cargadas y conversaciones permanentes con empresarios y sindicalistas, buscando un amplio acuerdo que acerque a las partes.
La inflación del 2022 no fue un dato positivo para la gestión de Alberto Fernández, y si vio no superó los tres dígitos, estuvo muy cerca del 100% (cerró el año con 94,8%).
El Gobierno busca una inflación del 60%
El tope, un objetivo difícil de conseguir, sería llegar al 60% como máximo para el 2023. Por ello mismo, tanto el ministro de Economía, Sergio Massa, como su par de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, enfatizan sus esfuerzos en pos de lograr esto.
En caso de poder bajarse la suba de precios del IPC en un 40%, se estaría pudiendo cumplir con lo establecido en el Presupuesto 2023.
Por todo ello, con la medida impulsada por Massa de “Precios Justos”, la cual se extiende más allá de los meses del verano, congelar los precios de más de 1.800 productos podría ser una alternativa ante la escalada inflacionaria. En ellos se incluyen bebidas, productos de limpieza, entre otros, por cuatro meses en supermercados y mayoristas.
Comenzar con un 3% de inflación
Ese sería el primer objetivo, a corto plazo, para enero. Comenzar con apenas un 3% de inflación, para fomentar la desaceleración de los precios.
Entretanto, la Secretaría de Comercio lleva a cabo acuerdos con empresas del sector de la construcción, para cerrar un convenio con otras 60 firmas, a fin de que no suban los precios de los artículos para el hogar, al menos por 90 días.
Paritarias al 60%
En ese sentido, el Gobierno también sostiene este número del 60%, haciendo que las paritarias también incrementen, pero hasta ese tope.
Acuerdos ya avanzados con la CGT indican que las subas salariales se posicionarán en torno a este número, y que se efectuarían dos pagos del 30%, cada uno en cada semestre.
Raquel “Kelly” Olmos dialogó el jueves pasado con AM 750 y explicó que las reuniones con sindicatos de la CGT, abordaron temas “sobre la necesidad de ir convergiendo hacia una desaceleración de la nominalidad y de la inflación como método de recuperación de la capacidad adquisitiva alineado con la política que el Gobierno está llevando adelante en el nivel económico”.
Además, la ministra agregó: “El objetivo sería converger hacia el nivel pautado de inflación más algún punto de recuperación. Sumando a eso que la reducción de la inflación también implica mejora de la capacidad adquisitiva de los sueldos”.