La inercia inflacionaria no cede y la suba de precios parece haberse asentado en un nuevo piso mensual cercano a los dos dígitos, lo cual socava día a día el poder adquisitivo de los ingresos.
Aún con matices, este escenario es coincidente en los análisis de estudios privados y en la evaluación oficial que realiza el Ministerio de Economía.
La Secretaría de Política Económica a cargo de Gabriel Rubinstein informó este viernes que la inflación en la primera semana de noviembre fue de 2,3%, con una leve variación respeto de las tres semanas previas en las había sido de 2,2% en cada una de ellas.
El Palacio de Hacienda había anticipado este resultado en su trabajo anterior, previendo el impacto que produjeron los aumentos de combustibles (10% en promedio), prepagas, telecomunicaciones, servicios públicos, tarifas, y colegios privados, entre otros.
El relevamiento que se dio a conocer hoy evaluó la semana correspondiente del 30 de octubre al 5 de noviembre.
La Secretaría también atribuyó el incremento a la dinámica de ajustes que se dio en el programa “Precios Justos”. Explicó que los aumentos que habitualmente comenzaban a aplicarse el 15 de cada mes, en noviembre se adelantaron al día 1°. Cabe recordar que el 31 de octubre venció la etapa anterior de este programa y el Gobierno buscó acelerar los acuerdos para amortiguar el impacto por el aumento de los combustibles.
El desglose del trabajo oficial muestra que los precios “regulados” (descriptos anteriormente) tuvieron un aumento de 4,3%, casi el doble que el promedio general. También empujaron para este resultado la carne (3,8%), alimentos y bebidas de almacén (2,4%) y futas (2,4%).
En cambio, indumentaria (1,7%) y verduras (0,6%) estuvieron por debajo de la variación general.
Economía también le adjudicó parte del aumento semanal a la flexibilización en la liquidación de exportaciones, que permite ingresar un 30% de las ventas externas por vía del Contado con Liquidación (CCL), que cotiza a más del doble que el dólar oficial.
“En forma más general, hay que considerar asimismo los efectos que se han venido experimentando por subas de insumos y bienes exportables a partir de la posibilidad de liquidar una parte de las ventas externas (30%) en el mercado del Contado con Liquidación (CCL), señaló el Palacio de Hacienda.
Esta consideración es una alerta de magnitud en vista a lo que puede suceder luego de las elecciones cuando el gobierno que asuma deba comenzar a ajustare el tipo de cambio.
Con el último resultado publicado por Economía, el acumulado de las cuatro semanas previas al 5 de noviembre exhibe un alza de 9,2%.
Por su parte, para la consultora LCG la suba del precio de los alimentos entre el 1° y el 8 de noviembre fue de 2,1%, valor similar al oficial. En este caso en las cuatro semanas previas la suba fue de 10,4%.
Para Eco Go que dirige Marina Dal Poggeto –cuyo nombre circula como eventual integrante del equipo económico de un gobierno de Sergio Massa- en el arranque del mes los alimentos registraron un fuerte incremento de 5,1%, que proyecta una inflación mensual de 13,2%.
“Noviembre arranca fuerte en un mes donde se combinan el final de los acuerdos de precios negociados post PASO con la incertidumbre que imprime el panorama electoral, donde a pocos días del ballotage, las encuestas predicen prácticamente un empate técnico”, indicó su último informe.
Con este escenario, es posible que durante esta semana previa al balotaje se repitan imágenes de faltantes en las góndolas a causa de movimientos especulativos por incertidumbre. El gobierno prometió que intensificará los controles para que se cumpla con lo acordado en “Precios Justos”.
El panorama para el cierre del año luce extremadamente complicado en materia de precios dado que diciembre es un mes con inflación alta debido a los factores estacionales que imponen las fiestas de fin de año.
Lautaro Moschet, Economista de la Fundación Libertad y Progreso sostuvo que “los desequilibrios que se producen en términos de precios relativos son insostenibles y deberán corregirse lo más rápido posible o seguiremos viviendo situaciones de desabastecimiento”. “Desde luego eso tendrá un fuerte impacto inflacionario, que podrá ser controlado si las expectativas de cambio logran contener la demanda de dinero. En caso de que esto no ocurra y sigamos con la tendencia actual de huida de pesos el estallido hiperinflacionario tendrá una probabilidad cada vez más alta”, alertó.
El próximo lunes el INDEC dará a conocer la variación oficial del Indice de Precios al Consumidor (IPC) de octubre. En este caso la mayoría de las consultoras privadas la ubican en torno a los dos dígitos, mientras que en el Palacio de Hacienda mantienen la esperanza que esté algo por debajo.