El Gobierno nacional formalizó el pedido de aumento de Derechos de Exportación al Congreso nacional con el objetivo de sumar recursos para alcanzar el equilibrio fiscal.
La propuesta fue incluida en la “ley ómnibus” que el Poder Ejecutivo Nacional presentó este miércoles en el Parlamento.
La norma propone fijar en 15% las retenciones para todas las exportaciones, al tiempo que exceptúa a un grupo de economías regionales y le impone una alícuota diferenciada de 8% al sector vitivinícola y al aceite esencial de limón.
El texto forma parte del Capítulo 5, Sección VI, entre los artículos 200 y 207.
Al ser una medida de carácter impositivo no fue incluida en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 y debe ser aprobada por el Congreso.
El artículo 206 precisa que no habrá retenciones para los siguientes complejos: olivícola, arrocero, cueros bovinos, lácteo, frutícola, hortícola, porotos, lentejas, arveja, papa, ajo, garbanzos, miel, azúcar, yerba mate, té, equinos y lana.
Esta excepción supone una pérdida de recursos para el Estado Nacional de unos US$ 400 millones, que se compensará con un aumento de la alícuota de 30% a 33% para la exportaciones de los subproductos de la soja como harinas y aceites.
El proyecto mantiene las tasas vigentes aunque abre la puerta para incrementarlas, si lo necesitara, con un límite de 15 por ciento.
En principio el ministro de Economía, Luis Caputo, había anunciado que todas las exportaciones pagarían el 15%, pero a partir de una negociación con sectores del campo decidió las excepciones y las compensaciones lo que le permite no resignar recursos a su fin de equilibrar las cuentas.
Si bien Milei había prometido no aumentar impuestos, la situación fiscal obligó al Ejecutivo a avanzar en este sentido. No obtante, insiste que esta situación será transitoria, pero en el proyecto que envío al Congreso no precisa hasta cuándo regirán estos nuevos impuestos.
El rechazo de la industria
Las entidades agropecuarias y las cámaras aceiteras rechazaron la iniciativa e insistieron en la necesidad de eliminar todo tipo de retenciones para fortalecer los incentivos a la producción.
El texto de la norma que fue enviada al Parlamento respeta el anuncio que había realizado el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella tras una reunión con la Mesa de Enlace el lunes 18 de diciembre.
Al respecto, el presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, celebró “el diálogo”, pero insistió en que las retenciones no son el camino a recorrer.
Más enfático fue el rechazo de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), que aseguró que “la principal industria exportadora se verá castigada por la suba de impuestos y eso va a limitar severamente el flujo de divisas y atentará contra el empleo industrial de la soja. La industria siempre pidió igualdad tributaria y esos dos puntos eran un reconocimiento de esa condición fiscal, que ahora el gobierno rompe”.