Este lunes, el Gobierno anunció que extenderá la emergencia agropecuaria en todo el país, después de la brutal sequía que afectó a gran parte de la zona núcleo que considera parte de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba, es decir, las zonas de la Pampa Húmeda.
La medida que se hizo efectiva tras su anuncio en el Boletín Oficial, apuntó a que hay 19 millones de hectáreas que están afectadas de forma “severa” en el territorio nacional. En ese sentido, la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías señaló en su informe respecto del mes de febrero que hay “un empeoramiento de las condiciones en áreas que ya estaban afectadas, lo cual se refleja un incremento del impacto sobre sistemas ganaderos, cultivos y población”.
El informe que fue realizado por el ente que reúne expertos de diferentes entidades, señaló que las áreas más afectadas son el Noroeste, Noreste y Centro del país. Es decir, las principales provincias afectadas son Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Santiago del Estero, Jujuy, Tucumán, Chaco, Formosa, entre otras.
La duración de la sequía en estas zonas se extienden desde los 16 a 32 meses. Mientras que en Cuyo como en la Patagonia la falta de lluvias se ha tornado moderada y hasta leve, con falta de lluvias de entre 8 a 24 meses, en zonas que no son habituales de precipitaciones.
Para completar, el informe señala que habrá más de 11,4 millones de hectáreas de cultivos que se vieron afectadas por la falta de lluvia como más de 24 millones de cabezas de stock bovino, otro de los efectos de la sequía. También, hubo más de 700 mil personas que padecieron el efecto de “La Niña”.
Qué es la Emergencia Agropecuaria y qué beneficios trae para los productores
De acuerdo a lo que sostiene la Afip, la emergencia agropecuaria se declara a partir de la implementación de la Ley 26.509 donde remarcan que busca “prevenir y/o mitigar los daños causados por factores climáticos, meteorológicos, telúricos, biológicos o físicos, que afecten significativamente la producción y/o la capacidad de producción agropecuaria”.
Cabe remarcar que la Emergencia Agropecuaria se dicta después de la cosecha, una vez que se conocen los resultados de la misma. Es decir, ahora se está concretando el cultivo de maíz, girasol, soja, entre otros granos.
En ese sentido, la declaración de la resolución 193/2023 sostiene que aquellos productores que estén comprendidos en las dificultades de la cosecha por la sequía tendrán beneficios impositivos que dispone la Administración Fiscal de Ingresos Públicos.
- Suspensión de iniciación de juicios de ejecución fiscal y traba de medidas cautelares. Las ejecuciones fiscales por el cobro de impuestos adeudados iniciadas con posterioridad al 1° de febrero de 2023 inclusive, y con anterioridad a la fecha de entrada en vigencia del presente decreto, serán suspendidas.
- Suspensión del ingreso de los anticipos correspondientes a los impuestos a las ganancias y/o sobre los bienes personales y/o del fondo para la educación y promoción cooperativa.
- La solicitud de desafectación del cálculo de impuesto a las ganancias para quiénes hayan realizado ventas forzosas de hacienda por el impacto de la sequía.
En tanto, se considera como explotación agropecuaria cuando más del 50% de sus ingresos brutos del último ejercicio anual previo al período de emergencia o desastre provengan de esa actividad. Para acceder a las herramientas de asistencia, se debe acreditar ante las autoridades provinciales la destrucción del 50% de la producción si está ubicada en zona de emergencia o más del 80% si se encuentra en zona de desastre.