Las acciones y bonos argentinos sufrieron fuertes bajas este viernes, al tiempo que el dólar se acercó nuevamente a la zona de $ 1.400, en medio de un clima financiero internacional adverso.
Los mercados globales sintieron el impacto de los negativos datos de empleo en Estados Unidos y de la suba de la tasa de interés por parte del Banco de Japón.
En este contexto, las acciones argentinas que cotizan en Wall Street no pudieron escapar al mal clima y anotaron marcados retrocesos, lideradas por BBVA (-11%). También resaltaron las bajas de Banco Macro (-6,1%) Banco Superville (-5,9%), Galicia (-4,2%), e YPF (-4,6%).
En la plaza local el Merval se hundió 3,7%. La mayor pérdida fue para YPF (-5,1%), acompañado por los papeles bancarios.
Los bonos de la deuda pública también fueron castigados y bajaron en promedio 2% en promedio y en consecuencia el Riesgo País quebró los 1600 puntos y trepó a 1.609 puntos.
Los bonos en retroceso impulsaron la suba de los dólares financieros, que la intervención oficial intentó acotar. Así el MEP avanzó hasta $ 1.323 y el Contado con Liquidación a $ 1.318. En consecuencia, el blue también operó al alza y cerró en $ 1.365 para la compra y $ 1.395 para la venta, cuando al promediar la semana llegó a ofrecerse a $ 1.340.
En la dinámica local también influyen factores domésticos, especialmente en lo referido a la evolución de las reservas internacionales.
En la rueda de este viernes el Banco Central vendió US$ 25 millones, que recortan los US$ 145 millones que había adquirido ayer. Las reservas brutas quedaron en US$ 27.569 millones con una suba de US$ 504.
Fuentes de la autoridad monetaria explicaron a este medio que la suba es producto de “la acreditación de las compras del jueves, suba de cotizaciones y movimientos estacionales de comienzo de mes en cuenta corriente de los bancos”. Asimismo, indicaron que aún no se concretó el pago de los US$ 780 millones al FMI del vencimiento de esta semana.
Los motivos externos
En el plano internacional una de las noticias de mayor impacto fue el aumento de la tasa de desempleo en Estados Unidos a 4,3% en julio desde el 4,1% de junio, lo que representa un máximo en tres años.
Esta suba marcó el cuarto incremento mensual consecutivo, precisó hoy el Departamento de Trabajo de ese país. Esta tendencia alcista se verifica desde el piso de 3,4% que se había producido en junio de 2023.
Esta situación genera incertidumbre en los analistas que observan más cercana una desaceleración de la economía e incluso no descartan la posibilidad de una recesión, lo que afecta el valor de los papeles que cotizan en Wall Street. En paralelo se deterioró el valor del dólar a niveles mínimos en los últimos cuatro meses, mientras que el Dow Jones cedió 1,9% y el Nasdaq 2,6%.
La información conocida este viernes también pone en discusión la posibilidad de que la Reserva Federal considere una baja en la tasa de interés en septiembre tal como se especulaba. Ahora la mayoría de los analistas apuestan a que Jerome Powell la recorte en 50 puntos básicos. Este miércoles la Reserva Federal había decidido mantenerlas estables en el rango de 5,25-5,5%.
“El hecho de que la Fed parece quedar ‘a contra pierna’ ante este contexto y las hipótesis de que esperar a septiembre para comenzar los recortes era demasiado restrictivo gana fortaleza”, señaló a este medio Pedro Siaba Serrate de PPI.
En similar sentido se pronunció el analista Gustavo Ber: “La pobre lectura que dejó el reporte de empleos, junto a otros indicadores recientes que reflejan un deterioro en la economía, vuelven a presionar con fuerza a Wall Street, y así es que refuerzan la expectativa de mayores recortes de las tasas de la Fed en lo que resta del año, aunque éstos llegarían por la caída de la actividad por lo cual impactarían en las utilidades corporativas.
Al mal indicador americano se sumó la decisión que adoptó el Banco de Japón de subir su tasa de interés a 0,25%, lo cual provocó una caída de más de 5,8% en el Indice Nikkei, que se contagió a otros mercados.
Por otra parte, en el plano regional afecta la continua depreciación del real que este viernes se ubicó en R$ 5,7 por dólar, acumulando una devaluación de 15,75% en lo que va del año.
En una situación similar se encuentra el peso mexicano, que en 2024 ya sufrió una depreciación de 11,3%.