Sebastián Báez llegó y se sentó en la sala de prensa como si fuera un día más, pero minutos antes, en la tarde de este viernes, había debutado en Copa Davis y le había dado el primer punto a Argentina al derrotar por 7-6 y 6-3 a Jiri Lehecka de República Checa.
Lógicamente que todo lo mencionado anteriormente formaban con cóctel tremendo que podría haber afectado su desempeño, pero si bien se notaron los nervios, se soltó después del tiebreak. “Me fui sintiendo mejor a medida que avanzaba el partido. Arranqué nervioso, me fui encontrando con mi juego, fui subiendo el nivel, me fui sintiendo confiado y eso me daba motivación de querer hacerlo mejor”, arrancó “Seba”.
Parte de esa tranquilidad también encontraba una base sólida en la preparación del encuentro. “Uno nunca sabe cómo puede llegar a ser el partido. El tenis puede ser así o un poco más cruel, pero creo que estaba preparado para cualquier situación me sienta bien o me sienta mal tenía las herramientas para salir de cada situación. Era aprovechar las oportunidades que se presentaran”, confesó el número 62 del ranking ATP.
En esta nueva experiencia, debutando en el equipo argentino de Copa Davis y con la conducción de Guillermo Coria, Báez se sintió cómodo y hasta contó con el apoyo de su entrenador, Sebastián Gutiérrez. “Guille estaba alentándome y apoyándome en todo momento. Una de las cosas muy buenas es que lo sentí muy presente a Seba, mi entrenador. Había un ida y vuelta muy seguido y eso me tranquilizaba y era escuchar casi la misma voz y creo que fue importante para enfocarse y no estar mareado. El trabajo de Guille y Seba fue muy bueno y eso me simplificó mucho”.
Sebastián Báez y el sueño de jugar Copa Davis
Báez también cumplió un sueño “de chico” que fue jugar la Copa Davis, representado a Argentina, pero a pesar de eso nada cambió en su rutina previa. “Fue la planificación de un día como si fuera cualquier torneo. No hubo ningún cambio. Fue prepararlo como un partido más, pero era disputar lo que era una Copa Davis que yo de chico soñaba jugar. A mí siempre me gustó representar a Argentina, lo tomaba como una motivación. Es muy lindo jugar con tu público, con tu gente. Es de las cosas que mas motivan a un jugador o deportista”, declaró.
Por último, remarcó: “Fue emocionante, algo que no se vive todos los días. Toda experiencia suma y todo es para llevar mejor los nervios o las presiones. Jugar la Davis no es la misma sensación y cosquilleo que otro tipo de torneos y creo que la pude aprovechar de la mejor manera”.