El mano a mano entre River y Boca, en el estadio Más Monumental, contó con la presencia de más de 83 mil personas.
El enfrentamiento entre los colosos del fútbol argentino entregó emociones de todo tipo en el estadio Más Monumental.
En los noventa y tantos minutos, hubo más fricción que goles. Fue un partido marcado por las faltas, los enojos, reclamos al árbitro y cruces que hicieron que Darío Herrera, en su tercer Superclásico consecutivo, tuviera que mostrar siete tarjetas amarillas, un número pocas veces visto.
Los amonestados en River
- Rodrigo Aliendro (3′)
- Leandro González Pirez (14′)
- Enzo Díaz (34′)
- Enzo Pérez (45′)
Los amonestados en Boca
- Guillermo “Pol” Fernández (20′)
- Alan Varela (39′)
- Nicolás Figal (40′)
La pelea hacia el final del partido
Luego del agónico gol de penal del colombiano, se desató un escándalo de mayores proporciones.
Todo comenzó cuando Agustín Palavecino le gritó el gol en la cara a “Chiquito” Romero. El arquero de Boca reaccionó, igual que varios de sus compañeros. Pronto se generó un tumulto del que participaron los jugadores que estaban en cancha, pero también los suplentes, integrantes de los cuerpos técnicos y auxiliares.
El partido, que ya estaba en tiempo de descuento, estuvo parado durante 13 minutos. Una vez que se calmaron los ánimos, Herrera, con la ayuda de sus asistentes del VAR, expulsó a seis jugadores y al entrenador de la visita.
Los expulsados del superclásico
Los que vieron la roja fueron Agustín Palavecino, Elías Gómez y Ezequiel Centurión (River) y Nicolás Valentini, Miguel Merentiel, Ezequiel Fernández y Jorge Almirón (Boca).