Este miércoles tuvo lugar la tercera audiencia del juicio a Sebastián Villa por violencia de género en los Tribunales de Lomas de Zamora. El futbolista estaba eximido de asistir, pero se hizo presente igual. En la jornada declaró su representante, Rodrigo Sebastián Riep.
El juicio continuará el 27 de abril, debido a que la perito viajará a Colombia para examinar a la denunciante y expareja de Villa, Daniela Cortés, quien lo acusa de “lesiones leves agravadas por el vínculo, violencia de género y amenazas”.
En la jornada de la fecha fue el turno de la declaración de Rodrigo Sebastián Riep, exfutbolista y representante de Villa. Ante la jueza Claudia Dávalos, Riep dijo que el 27 de abril de 2020 Cortés “estaba muy nerviosa” y no le permitía al jugador dejar la vivienda.
Agregó que el futbolista lo llamó cuando la expareja lo denunció por las redes sociales por violencia de género: “Cumplió lo que me había dicho, que me iba a destruir, estas cosas no son mías, jamás la toqué, no le hice nada”, señaló Riep que fueron las palabras de su representado.
En cuanto a su opinión sobre el hecho denunciado mencionó: “Para mí no existió”. La agresión que denuncia la mujer en específico es un puñetazo y patadas cuando cayó al piso de la cada que compartían en el barrio Saint Thomas de Canning.
Qué más dijo el representante Rodrigo Sebastián Riep
Riep reconoció que sabía que Villa y Cortés tenían problemas de pareja, porque hablaban incluso de temas externos a lo laboral. Incluso comentó que hasta había comenzando a gestionar un lugar para que alguno de los dos se fuera de la casa.
Asimismo, aseguró que Cortés lo llamó pidiéndole que intercediera para que Villa le pagara un vuelo privado a Colombia, “porque se quería ir”. Fue en medio de esta crisis que, según Riep, Cortés intentó impedir que Villa se fuera.
Finalmente, el día marcado como el del conflicto, Villa se fue al departamento de Juan Fernando Quintero.
“Me dijo que jamás la tocó y que nunca le había pegado”, recordó el representante. “No era una relación muy seria”, consideró el testigo y que sentía que Cortés “había apostado todo a tener un futuro porque se vino de Colombia dejando una hija allá”.