Jorge Corbo (44) y Caro Hiza (40) son cordobeses que lograron cumplir el sueño de todos los argentinos: conocer a los campeones del mundo. Gracias a un descorchador, la pareja pudo ingresar al predio de AFA, estar con algunos jugadores y hasta recibir un guiño de Lionel Messi.
En diálogo con Vía Córdoba, Jorge y Caro, que se hicieron virales en redes sociales contando su historia, detallaron qué los une al Seleccionado, cómo se les ocurrió la idea, por qué lo hicieron y el regalo del equipo para ambos.
DESCORCHADORES, EL PRODUCTO QUE LOS ACERCÓ A LA SELECCIÓN ARGENTINA
Jorge se define como un jugador amateur de toda la vida, hincha de Talleres y fanático de la Selección Argentina y Lionel Messi. A esta pasión la comparte con Caro, con quien está en pareja hace 23 años y casado hace 16. Juntos tuvieron dos hijos: Valentín de 14 y Catalina de 9, quienes vieron por primera vez a Argentina campeona del mundo.
“Fuimos tan felices durante todo el Mundial e hicimos tantas cábalas, que en el partido con Ecuador se nos ocurrió ver la posibilidad de devolver un poco de toda la alegría que nos dieron”, recordó el hombre que vive en Malagueño y tiene una fábrica automotriz en Villa Adela.
En este contexto, se les ocurrió revivir un producto que tenían olvidado en su negocio: el descorchador automático. La producción de @elcumpa_descorchador estaba destinada a un público muy especial: el plantel de la Selección Argentina.
CÓMO LLEGÓ EL PRODUCTO A LA SELECCIÓN ARGENTINA
Ahora, la cuestión estaba en ¿cómo llegaría el descorchador al plantel? Fue así que Caro recordó “la regla de las siete personas”, una teoría húngara que afirma que dos sujetos en cualquier punto del mundo están separados por otros cinco. “Amor, estamos a tres: conocemos a Marcelo Misetich, entrenador de arqueros de Belgrano, que es allegado del Cuti Romero”, dijeron en su momento.
Así fue como se contactaron con Misetich para organizar la tremenda movida. “Van a tener que hacer para los jugadores, cuerpo técnico, cocineros, ayudantes, todos”, anticipó el arquero. Sin miedo al éxito, Jorge dijo que sí y a la falta de aprobación de Romero, inició con la producción en masa.
Una semana más tarde al mensaje, el 9 de octubre, cuando quedaban 48 horas para terminar la confección de los productos, el central cordobés respondió. El 12 de octubre jugaban contra Paraguay y ahí debían protagonizar la entrega. “10 empleados nos ayudaron a terminar todo en tiempo récord. Caro y yo dejamos a los chicos con los abuelos y nos fuimos en auto para Buenos Aires”, contó entre risas Jorge.
EL VIAJE A BUENOS AIRES Y LAS DIFICULTADES PARA ENTRAR A AFA
Emprendieron el viaje cuando comenzaba a gestarse el faltante de combustibles en las estaciones de servicio de Argentina. “Frenamos en cada estación para cargar nafta e ir al baño”, recordó el conductor haciendo énfasis a la premura de llegar antes de las 17.
Luego de un viaje a buena velocidad, se presentaron en el Predio de AFA a las 16.20. Pero, Lionel Scaloni convocó a los jugadores a un análisis de video y les cerraron las puertas antes de los previsto. “Cuando me dijeron que no, pensé: ‘no me hice más de 700 kilómetros para no lograrlo’”, recordó.
Mientras Misetich hablaba con Cuti para ver la manera de que los descorchadores lleguen a los jugadores, Jorge y Caro esperaron más de cuatro horas en las afueras del predio. “Tuve una charla futbolera con Gastón Edul, le di uno de los descorchadores y me dijo que le gustó mucho”, expresó entre risas el cordobés que se hizo “hasta amigo de los guardias”.
LA ENTRADA DE JORGE AL PREDIO Y EL ENCUENTRO CON EL CAMPEÓN
Tras una importante espera, una ayuda divina y la intervención del Cuti Romero, Jorge pudo pasar. “Yo no quería porque mi mujer no podía, pero ella me dijo: ‘no desperdicies la oportunidad de tu vida por mí', así que entré”.
Una vez dentro, atravesó cuatro puestos de guardias y en cada uno le pidieron todos los datos protocolares y una desopilante anécdota quedó para el recuerdo. “En la cuarta guardia uno me preguntó ¿Vos sos el papá de Gonzalo Montiel?”, contó Jorge que tenía las pulsaciones por las nubes.
Finalmente, entró al edificio donde los jugadores estaban reunidos esperando la hora de la cena. “Vi a Enzo, Pezzella, Molina, Tagliafico y de la nada, cayó el Cuti con una bolsa y me dijo ‘Hola Jorge’ sin conocerme y yo me quedé ´na´”, recordó. En ese encuentro, aprovechó para tomarse una foto, explicarle la odisea que pasaron los descorchadores y grabar un video.
LA REACCIÓN DE LEO MESSI CON EL REGALO CORDOBÉS
Salió emocionado de la reunión, volvió al auto y abrazó a su mujer para ir a descansar y emprender el regreso a la capital. Con mate en ruta y a dos horas de su casa en Malagueño, Misetich les envió un audio del Cuti que decía: “Marce, deciles que a todos los jugadores les encantaron los productos. Que me avisen dónde están así les doy dos entradas para el partido de mañana contra Paraguay”.
Ante este escenario, la pareja emprendió el regreso de siete horas a Buenos Aires para volver a AFA y no desaprovechar la oportunidad. Allí, se cruzaron con Mario De Stéfano, el utilero del conjunto nacional, que les contó: “A Leo le encantó. Lo armaba, lo desarmaba y lo miraba, parecía un nene con un juguete”.
LA SORPRESA DE LA SELECCIÓN PARA LOS CORDOBESES
Posteriormente, recibieron los boletos y presenciaron la victoria ante la Tricolor. “No me daban los ojos para ver la cantidad de figuras del fútbol ahí. Me emocioné y largué a llorar”, rememoró el cordobés.
A modo de risa, comparó: “A Ramón Sosa lo veo a lo lejos en el Kempes, pero ahí lo tuve al frente con la camiseta de Paraguay”. Además, explicó lo que fue tener a Messi a metros de su ubicación: “Es un guazo que te hipnotiza. Es increíble”.
Tras la odisea, la pareja reflexionó por todo lo que había vivido y manifestaron: “Cuando uno mezcla la pasión con los objetivos, todo es posible y no hay nada que te baje. Y en pareja, con la compañera indicada o el compañero indicado, todo es mejor”.