Detenidos e imputados por graves delitos como abuso de armas, lesiones, violación de domicilio y privación ilegítima de la libertad. Así es la situación de un par de efectivos de la Policía de Córdoba, involucrados en un violento episodio en barrio Guiñazú Sur, este domingo último.
Además quedaron en situación pasiva, por lo menos por seis meses. Se rata de una mujer y un hombre, ambos de la fuerza policial, que creyendo que perseguían a ladrones, violentaron la puerta de una casa, golpearon a jóvenes y, en el forcejeo, llegaron a efectuar al menos dos disparos con armas reglamentarias.
Los impactos dieron en muebles de la vivienda y, por poco, no alcanzaron a ninguna persona. Los policías, ambos de civil, creían que perseguían ladrones, pero en realidad se metieron por la fuerza en la casa de uno de una familia.
“Les pasó por comedidos. Estaban en un festejo familiar y creyeron que había ladrones en una casa. En vez de llamar al 911, se mandaron e hicieron lo que hicieron... Fue algo grave. Delicado. Pudo haber sido una tragedia”, comentó una alta fuente oficial a La Voz.
ALERTA EN LA POLICÍA DE CÓRDOBA
Existe preocupación en varios despachos oficiales, tanto de la Policía como del área de Seguridad de la Provincia, encabezada por el ministro Juan Pablo Quinteros, por lo sucedido en barrio Guiñazú Sur.
Además, vuelve a dejar en evidencia la necesidad de profundizar los controles internos y las capacitaciones para los uniformados. El año pasado, hasta octubre, hubo 161 pasivas contra policías envueltos en investigaciones por delitos y faltas. Si bien los informes finales no están listos, trascendidos dan cuenta de que llegaron a 200 pasivas.