Con Javier Milei como nuevo presidente, por el fuerte respaldo del voto cordobés, entre otros distritos; aumentaron las especualaciones de que Juan Schiaretti podría formar parte de su gobierno, tras criticar duramente a Sergio Massa en toda la campaña para el balataje. Pero en este inicio de la transición asoman dos certezas: no recibió una propuesta de La Libertad Avanza, y si llegara, no la aceptaría.
“Es coherente con lo que dice y lo que hace. En la campaña dijo que (Javier) Milei era un salto vacío, ¿cómo podría integrar un gobierno con ese concepto del presidente electo?”, le confió una fuente a La Voz.
Por estas horas, la principal preocupación del gobernador es la entrega “ordenada” del poder a su sucesor, el intendente capitalino, Martín Llaryora. En este traspaso de mando no existe la tensión que ya se generó a nivel nacional, pero hay cuestiones administrativas y políticas que el mandatario debe resolver.
Sobre el futuro inmediato de Schiaretti, dos fuentes de su entorno dijeron que se mantendrá “activo” en la política, explorando la conformación de un nuevo espacio nacional. Puede haber algunos funcionarios schiarettistas que pasen a la Nación, pero serán acuerdos “individuales”. De hecho, se habla con insistencia de que Florencio Randazzo, su candidato a vice, sería uno de los nuevos ministros.
SCHIARETTI Y LA RENOVACIÓN DEL PJ NACIONAL
Muchos dicen que el gobernador de Córdoba trabajará en la renovación del PJ nacional, ante el debilitamiento del kirchnerismo. No está descartado, pero no sería su prioridad. “Es probable que Cristina (Kirchner) no tenga tanto protagonismo y deje actuar a sus dirigentes más cercanos, como (Eduardo) ‘Wado’ de Pedro o (Axel) Kicillof, pero no lo veo a Juan sentado a discutir política con ellos ni con otros gobernadores con los que no tiene diálogo. Pero no se jubilará de la política, eso seguro”, argumentó un histórico peronista.
En los últimos tiempos, Schiaretti pregonó un gobierno de unidad nacional para sacar al país de la crisis. Luego de dejar el poder provincial, aguardará unos meses para seguir de cerca los primeros pasos de la gestión de Milei, con el aporte del macrismo.
Y seguirá muy atento a lo que suceda en Juntos por el Cambio. El acuerdo de Mauricio Macri y Patricia Bullrich con Milei dinamitó lo que era la principal alianza opositora. No está claro cómo decantará esta crisis en Juntos por el Cambio, pero no seguirá como hasta ahora, conformada por el radicalismo, el PRO y la Coalición Cívica, entre sus principales integrantes.
AQUELLA INTENCIÓN DE FOMAR EL “FRENTE DE FRENTES”
La última vez que Schiaretti habló con otros dirigentes para conformar un nuevo espacio nacional fue a mediados de mayo pasado. Fue cuando negoció con Horacio Rodríguez Larreta y el radical Gerardo Morales la conformación de una nueva alianza opositora, “el frente de frentes”, según la bautizó, para competir en las Paso presidenciales del 13 de agosto.
En aquel momento trascendieron las conversaciones con Larreta y Morales, pero había otros dirigentes más involucrados en este proyecto, como Martín Lousteau y Facundo Manes; el peronista disidente Miguel Ángel Pichetto; el exministro de Economía Roberto Lavagna, a través de su brazo político, el diputado nacional, Alejandro “Topo” Rodríguez; el liberal José Luis Espert, y Margarita Stolbizer, entre otros.
Aquella semilla quedó sembrada. No lo dirá, pero Schiaretti –quien fue candidato presidencial por Hacemos por Nuestro País– nunca dejó de hablar con esos dirigentes, con los cuales tiene coincidencias.
La otra tarea del gobernador será respaldar a Llaryora en la negociación con el nuevo Gobierno nacional. El Congreso jugará un rol importante en los próximos meses, y Schiaretti no estará ausente. Desde afuera será un articulador político del bloque Federal, que espera ampliar con la conformación de la nueva Cámara Baja.