Prestaron su casa a “amigos” y se la usurparon: el calvario de dos cordobeses que ya no tienen dónde vivir

Verónica y Carlos quisieron ayudar a una familia que no podía pagar el alquiler. Sin embargo, la buena acción derivó en denuncias policiales y un pedido de justicia.

Prestaron su casa a “amigos” y se la usurparon: el calvario de dos cordobeses que ya no tienen dónde vivir
Verónica y Carlos piden que la Justicia actúe y les de las garantías para regresar a su propia casa.

Verónica y Carlos están viviendo un calvario después de que una familia les usurpara su casa en la localidad cordobesa de Villa del Prado. Los acusados eran amigos del matrimonio a quienes le prestaron momentáneamente la vivienda. Sin embargo, cuando volvieron al lugar, los beneficiados los echaron violentamente. Desde ese momento, sufren amenazas y persecuciones.

UNA BUENA ACCIÓN QUE TERMINÓ DE LA PEOR MANERA

Hace 10 años, Carlos construyó la casa para su familia en un terreno de calle Domingo Serracio al 1200. Allí, vivió junto a su pareja, Verónica, y su hijo (8) hasta diciembre de 2022. Ese mes, el accidente de una hija lo obligó a mudarse por un tiempo a la ciudad de Alta Gracia, para cuidarle la vivienda a la mujer.

La familia denunciante durante la nevada del 2021; una de las tantas pruebas que tienen de su acusación.
La familia denunciante durante la nevada del 2021; una de las tantas pruebas que tienen de su acusación.

En paralelo, Luciano, un amigo, le contó que no podía renovar el contrato de alquiler en Córdoba por falta de recursos y Carlos decidió ofrecerle su casa en Villa del Prado, ya que iba a quedar desocupada hasta la recuperación de su hija.

En tanto, Verónica, Carlos y su hijo se establecieron en Alta Gracia, y desarrollaron su vida. Algunos meses después de la “mudanza momentánea”, volvieron a Villa del Prado. Sin embargo, el regreso no fue el esperado ya que “sus amigos” los echaron violentamente, según denunció Verónica en diálogo con Vía Córdoba.

EL INICIO DEL CALVARIO Y LA PRESUNTA USURPACIÓN

La denunciante aseguró que el Luciano era amigo del trabajo de su marido y que, anteriormente, le habían alquilado un departamento sin tener problemas. Cuando le prestaron la vivienda, el señalado se fue a vivir con su familia: siete adultos y un niño de 2 años.

Un día decidieron regresar a Villa del Prado para buscar herramientas y fue allí que comenzó el calvario. “Cuando llegamos, vimos que habían ocupado una habitación donde teníamos nuestros muebles y le pedimos que no la utilizaran. Eso desató una ola de agresiones”, recordó la dueña del inmueble.

“Nos empezaron a empujar. A mi marido, lo tiraron al piso y las mujeres lo pateaban. No tuvieron códigos con nosotros, no sé de dónde salía tanta bronca, no había límites. Incluso, la hija de la familia nos apedreó el parabrisa del auto. Ese día, volvimos llorando en el auto”, agregó.

Respecto a los papeles de la vivienda, Verónica detalló: “A la casa la compramos por posesión, tenemos todo para demostrar que es nuestra. Incluso, la luz llega a mi nombre. Vivimos ocho años ahí y ahora, no nos dejan entrar. Esta gente no quiere salir de nuestra casa y no tenemos a donde volver”.

La familia asegura que tiene todos los papeles de la vivienda en cuestión.
La familia asegura que tiene todos los papeles de la vivienda en cuestión.

UN DERROTERO DE DENUNCIAS Y EL PEDIDO DE JUSTICIA

El día de las agresiones, Verónica y Carlos decidieron realizar una denuncia por agresiones en la comisaría de Alta Gracia. Además, comenzaron a buscar asistencia jurídica para poder regresar a su domicilio en Villa del Prado.

Verónica y Carlos piden que la Justicia actúe y les de las garantías para regresar a su propia casa.
Verónica y Carlos piden que la Justicia actúe y les de las garantías para regresar a su propia casa.

Aún así, el caso no quedó ahí. Verónica detalló que la familia los amenazó por teléfono prohibiéndoles volver a la localidad. “Me persiguieron cuando llevaba mi nene al colegio. Nos han arruinado la vida”, reclamó la damnificada.

Según especificó, han denunciado cinco veces a la familia que los usurpó. Incluso, han solicitado ordenes de restricción y custodia ante las amenazas de muerte. “En dos meses tenemos que dejar esta casa y no tenemos a dónde volver. Necesitamos que esto se sepa y que la Justicia intervenga para que nos devuelvan la casa”, sentenció.