Llegó la época navideña y junto a ella vienen de la mano algunas comidas tradicionales como el vitel toné y los postres como los turrones, pan dulce, budines y, claro, el mítico Mantecol. Pero desde hace algunos años el debate se posó sobre la diferencia entre aquel que lleva el histórico nombre y el más reciente Nucrem. La historia que explica por qué sus recetas (y gusto) son tan parecidas involucra la venta de una marca histórica y también a Córdoba.
Justamente la usuaria Agustina Sosa (@sosagustina) explicó en Twitter qué hay detrás de estos postres que muestran hasta envoltorios tan similares. Según contó la joven, decidió realizar un recorrido por la fábrica de Georgalos, ubicada en Río Segundo, para conocer la verdadera historia.
Y como muchos de los relatos en Argentina, todo se remonta a la llegada de los inmigrantes. Este fue el caso de Miguel Georgalos proveniente de Grecia, quien desembarcó en tierras argentinas en busca de nuevas oportunidades. Es así que fundó en 1939 una empresa de producción de pastelería y golosinas.
La producción empezó en Buenos Aires pero en los años ’50 se trasladó a Córdoba, más precisamente a la ciudad de Río Segundo. En ese lugar, compra la ex Cervecería Río Segundo y da comienzo a lo que luego se convertiría en la gran fábrica Georgalos.
El hombre en aquel momento vio la oportunidad y se puso a elaborar el postre oriental conocido como halva, cuyo ingrediente principal es el sésamo. Sin embargo, por los altos costos de ese producto, decidió reemplazarlo por maní.
De esa forma, nace el famoso “Mantecol”, si bien no contiene manteca, la forma de cortarlo le dio ese nombre.
¿Mantecol o Nucrem?
En el año 2001, tras una serie de dificultades económicas Georgalos le vende a Cadbury Stani la receta de su producto estrella. Como reportó La Nación en ese momento, fueron 22,6 millones de dólares lo que recibió por ese entonces la fábrica de Río Segundo por la operación.
“Fue una decisión osada, pero era la salida para relanzar la compañía. No era sólo una marca creada por la familia, sino que fue el puntapié de lanzamiento de la empresa, por lo que la resolución fue un duelo para los accionistas, pero también para los trabajadores, para los vendedores”, explicó Guillermo Rimoldi, CEO de Georgalos en otra nota con La Nación.
Luego de ocho años, una vez terminada la cláusula de no competencia con Cadbury, nace Nucrem en 2009. Es en definitiva, una derivación del Mantecol con diferente formulación: es más suave y cremoso.
Rápidamente el Nucrem volvió a posicionarse en el mercado con mucha participación y altos porcentajes de facturación en la empresa que además, tenía a cargo la fabricación de otros productos muy conocidos como los caramelos masticables Flyn Paff, el chocolate Tokke y el turrón Namur.
Georgalos es una empresa nuevamente consolidada, con más de mil empleados entre sus diferentes plantas y unidades de negocio. Produce el maní, con integración vertical (siembra propia, procesamiento, exportación, ventas a mercado interno y abastecimiento a la planta de alimentos).
La planta de Río Segundo se dedicada a la producción masiva de golosinas, chocolates y turrones, la fábrica en Luján (Buenos Aires), de extrusión de cereales y de oleaginosas, y la firma Poligraf, produce en Villa Mercedes (San Luis) envases flexibles, tanto para Georgalos como para otras compañías..
Y a vós, ¿cuál te gusta más?
