Atajó en el último partido de Instituto en Primera, y lo hará en el primer encuentro para el regreso de la Gloria a la máxima categoría. Jorge Carranza, símbolo Albirrojo, se queda en Alta Córdoba para jugar la Liga Profesional con el equipo de Lucas Bovagalio.
“Todavía no firmé, pero eso se hará en unos días. Me hablaron el mánager Federico Bessone y el presidente Juan Cavagliatto para decirme que me querían. No lo tuve que pensar mucho”, le anticipó el arquero a Mundo D.
La prioridad Albirroja ahora pasa por retener a los zagueros centrales Ezequiel Parnisari y Fernando Alarcón, y al volante Gabriel Graciani. Se fueron 10 jugadores del plantel y llegará un número similar de refuerzos.
LAS FRASES DEL ARQUERO DE INSTITUTO
Jorge Carranza confirmó que se queda en la Gloria en una entrevista con La Mesa del Fútbol, por Radio Pulxo. Sus principales declaraciones.
“Me quedo para jugar con Instituto en Liga Profesional. Quiero redoblar la apuesta. Tuve llamados de otros equipos pero desestimé las ofertas porque quiero seguir acá”.
“Todo el plantel hizo un gran esfuerzo en general y fue un grupo bárbaro. Ya tenemos una base y hay que sumarle jerarquía. Jugadores que entiendan que queremos hacer pie firme en la Primera División”.
“Primera División demanda más ritmo y tenemos que prepararnos para eso. La categoría exige armar un equipo competitivo. Hay tiempo por delante”.
Todas las partes hicieron su lugar para lograr el ascenso. La gente se sintió identificada con nosotros. Me puso muy felíz ver que el club empieza a crecer como todos queremos”.
“Hicimos una campaña de local espectacular. Los más grandes poníamos un poco de mesura”.
“La primer sensación que tuve fue de alivio. Siempre hay que intentar. Para mí que salí del club y estuve en todas las etapas fue alivio y luego disfrutar con mi hijo y la gente que me quiere”.
EL LOCO, INVICTO EN ALTA CORDOBA Y RECORD SIN GOLES
Instituto se mantuvo invicto como local en toda la temporada que lo llevó a Primera División, con su arquero como una de las figuras. Jorge Carranza mantuvo su arco sin sufrir goles en 21 partidos en total, y recibió apenas 21, en una de las tres vallas menos vencida (la de Gimnasia de Mendoza, 16 y la de San Martín de Tucumán 20).
Consiguió su segundo ascenso con Instituto después de aquel del 2004, y esta vez como titular indiscutido. Jugó todos los minutos a lo largo del torneo, y alcanzó los 220 partidos como titular