“En Talleres estuve un solo año, en 2012-2013, y pasó mucho tiempo. Fue importante para mi ese paso en mi carrera y lo valoro cuando miro para atrás. Era joven y me di el gusto de estar en ese club”. Esteban Burgos, marcador central que hoy integra el plantel de San Martín de San Juan, recordó su pasó por el Albiazul y la frustrada transferencia a Boca, que terminó en novela.
“Cuando fui a Córdoba hacía sólo tres años que jugaba como marcador central. Era inconciencia pura. Después que hacer cagadas y el riesgo que implicaba lo que hacía, me empecé a hacer más defensor”, asumió el defensor, que jugó cinco años en España. En su última temporada, en el Málaga.

La semana anterior, con San Martín, enfrentó al Talleres de Diego Cocca en el primer amistoso. “Haciendo la salvedad de que son partidos preparatorios, nos fuimos con buenas sensaciones porque pudimos presionar a Talleres, que tiene buenos jugadores. Hay buen pie con Botta, Bebelo (Reynoso), los delanteros...”, enumeró en una entrevista con Tercer Tiempo, por Radio Sucesos.

En ese sentido, y más allá de que es un rival directo de San Martín por cómo terminaron en la tabla anual, en puestos de descenso, destacó: “Talleres tiene mucho potencial. Le pasa a todos que al jugar en dos o más frentes, se descuida el torneo local, y es lo que pasó. Pero seguramente en el segundo semestre mejorará, tiene muy buenos jugadores”.
ANDRÉS FASSI, “ESE GENIO”...
“Talleres desde hace años que está muy bien, pude seguir su crecimiento, las obras con el genio ese que tienen de presidente (Andrés Fassi), que revolucionó Córdoba”, ponderó Esteban Burgos.

“Me alegra mucho lo que vi los otros días en el predio, porque hacía mucho que no iba a Córdoba. Hoy Talleres es un monstruo”, enfatizó.
AQUEL FRUSTRADO PASE A BOCA
En 2014, tras su aparición en Talleres, Esteban Burgos estuvo a punto de convertirse en refuerzo del Boca de Carlos Bianchi. Salieron a la luz publicaciones suyas en la red social Twitter, hablando mal del club y de Juan Román Riquelme, y la transferencia se truncó. De película.

“Me llenaron de puteadas, fui el primer boludo en hacer eso... y después vinieron más, como que no aprendieron. Era muy chico, jugaba en el Federal B cundo lo hice, no pensé que podía pasar algo así. Me dolió mucho no jugar en Boca, pero pude hacer mi camino por otro lado”, recapituló.