En 2016, la escuela especial Ckari Cay se unió al Colegio Nacional de Monserrat para que sus alumnos realizaran pasantías laborales en la histórica institución. Así fue el comienzo de la aventura de Joaquín Fragueiro en el “Monse”.
En un primer momento, trabajó unas semanas en la biblioteca y cuando egresó de la secundaria, obtuvo un contrato temporal. Sin embargo, el joven de 25 años tuvo la oportunidad de hacer un concurso para cargos no docentes y en la actualidad, forma parte de la planta permanente del colegio.
ENTRE LIBROS: LA HISTORIA DE JOAQUÍN EN EL MONSERRAT
Joaquín tiene un amor único por los libros. Escribió dos, Asustan... Corran (2017) y Todo sobre mí (2018). Se encuentra en desarrollo un tercero, según contó a Vía Córdoba. Esta pasión también la vive en los pasillos de la biblioteca del Monserrat.
“Es un sueño, es un gran sueño y estoy muy contento de trabajar acá. Estoy feliz con mis compañeras, también estoy muy feliz con mi jefa. Es un gran trabajo”, dijo el joven. Con ayuda de sus pares, aprendió la ubicación de los libros, cómo sellarlos, cómo cargarlos en el sistema y dónde guardar las fichas.
Un gran sostén de Joaquín es su familia. En este sentido, su papá, Juan Fragueiro, dijo: “Siento mucho orgullo por los logros de Joaquín, dentro y fuera del Monserrat. Como egresado del colegio, además de orgullo, es un privilegio”.
“Se siente muy cómodo en la biblioteca y para él, siempre fue un desafío de adaptación e inclusión. Sale a trabajar contento, se siente valorado y hasta exige que le den otras tareas”, contó.
EL MONSERRAT, UNA RED DE CONTENCIÓN
“Con este programa de Responsabilidad Social, el colegio ha demostrado que está a la vanguardia de todos los procesos inclusivos. No se quedó en el palabrerío vano de la corrección política. Con Joaquín y Germán en planta permanente, demuestra que el humanismo es el motor de un mundo mejor”, aseguró Juan, papá de Joaco.
En este sentido, el apoyo constante de los trabajadores que capacitaron a Joaquín fue clave para su adaptación. “Debo reconocer que desde la directora de la biblioteca, Belén Ledesma, hasta sus compañeras se pusieron a trabajar para enseñarle a Joaquín e incorporarlo como uno más en el equipo”, resaltó el hombre.
“Cuando entró le empezamos a dar distintas actividades y le enseñamos el sistema (computarizado), ya sabe donde están ubicados muchos libros. Fue todo un desafío, pero se adaptó muy fácil”, explicó Belén Ledesma.
LA OTRA FACETA DE JOAQUÍN: SU AMOR POR EL BÁSQUET
Además de escritor y bibliotecario, Joaquín es jugador de básquet. Participa en la selección cordobesa de básquet para personas con síndrome de Down y, además, estudia para ser entrenador en la Escuela Nacional de Entrenadores de Básquet de Argentina (Eneba).
Joaquín estudia para dirigir las categorías pre-mini y mini, según comentó su papá. “Su vida se reparte entre el deporte, la biblioteca y sus libros”, agregó. Asimismo, entrena en la Fundación Pique Libre, junto al equipo Baskin, y uno de sus grandes sueños es convertirse en entrenador de básquet.