Desde Japón, donde se encuentra como parte de su gira por Asia y Europa, el gobernador Martín Llaryora ofrecería un básico de 600 mil pesos para julio, con el objetivo de destrabar el prolongado conflicto con el gremio docente.
Este lunes habrá otra reunión en el marco de la conciliación obligatoria, y como la propuesta debe ser analizada en la asamblea provincial de la UEPC, cuando los docentes perciban el salario de julio en los primeros días de agosto, será sin aumento.
Y con el agravante de que los 36 mil docentes que adhirieron al paro del 24 de junio pasado, se les descontará del recibo. A eso hay que sumarle que al no haber acuerdo paritario, se mantendrá el Fosaet, un descuento de 2.850 pesos por cada carné de la Apross.
Mientras la Provincia acordó la paritaria para el próximo trimestre con el resto de los gremios estatales, la negociación con la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) sigue sin resolverse. En este contexto, habrá que ver cuál es la respuesta del gremio a esta propuesta de elevar el básico (con 22 horas semanales) a 600 mil pesos para julio.
LAS DIFERENCIAS ENTRE EL GOBIERNO Y EL GREMIO DOCENTE
Luego de la reunión del viernes pasado, desde la UEPC se dejó en claro que las diferencias con el Gobierno eran “significativas”. De todos modos concurrirán al segundo encuentro que se realizará en la secretaría de Trabajo de la Provincia.
Sectores opositores en el gremio docente, especialmente la delegación Capital conducida por dirigentes de izquierda, reclaman como básico la canasta básica de alimentos, que en junio estuvo en 873 mil pesos.
“Imposible”, responden ante este planteo los funcionarios llaryoristas. En ese marco, el secretario General de la Gobernación, David Consalvi, solicitó la conciliación obligatoria, para evitar el paro docente de 48 horas convocado para el 22 y 23 de julio pasado.