Quién sabe cuántos sueños habitarán en las cabecitas de estos dos adolescentes cordobeses que protagonizan una historia compartida en torno al instrumento que ejecutan en un semáforo y con el que se ganan unos pesos, como buenos artistas callejeros.
Son Axel y Oscar, dos pibes cordobeses que tocan sus violines para los automovilistas en una de las esquinas de la avenida Colón, donde con cada luz roja es la señal para iniciar sus melodías, ante un público que suele reconocer su labor con algunos billetes.
En proceso de aprender tan difícil instrumento, los chicos se apoyan mutuamente en eso de mejorar la postura, la velocidad y la precisión para cambiar de tonos y se entusiasman con saltar alguna vez al escenario.
Según contaron a El Doce, Axel comenzó con la mandolina y luego le tomó el gusto al violín, instrumento que luego le empezó a enseñar a su amigo Oscar, con el que ahora ya forman un dueto.
“Ganamos algo de plata, pero no es suficiente”, cuenta Oscar mientras su amigo asiente y agrega: “mi sueño es tocar entre personas y que me conozcan. Nos gustaría viajar por el mundo, tocar el violín y conocer a los mejores violinistas del mundo”, comentan a la vera de la avenida más importante de Córdoba.
