La violencia en el fútbol es noticia una vez más después de que la terna arbitral terminara con lesiones tras ser atacados por jugadores e hinchas, dentro de la cancha. “El fútbol ya no es una fiesta”, manifestó una de las víctimas.
Sportivo Costa Sacate y San Lorenzo de Manfredi, equipos de la tercera división del fútbol del interior de Córdoba, disputaban el encuentro que terminó de la peor manera. El árbitro principal expulsó a un jugador que reaccionó con un golpe de puño que no logró impactar contra el juez.
Ante esta situación, se decidió cortar el encuentro. “Cuando nos íbamos al vestuario, entró gente de afuera por un portón que estaba abierto y no nos dieron tiempo de llegar al túnel”, relató Jorge, asistente número 2, a El Doce. Tras la invasión, la terna fue acorralada en la cancha y empezaron los golpes.
Jorge fue quien se llevó la peor parte y sufrió lesiones en el intercostal y en otras zonas del cuerpo. “Temí por mi vida, por primera vez en mis 51 años”, manifestó y lamentó: “Esto para nosotros es una pasión, pero no se puede seguir así”.
Posterior a esta situación, el juez apuntó contra la organización del amistoso: “Nos dejaron tirados a la deriva, no trajeron ni un médico, el único policía que había no nos quiso llevar al dispensario”, reclamó.
“El fútbol ya no es una fiesta”, reflexionó y sentenció: “Los árbitros no tenemos derecho a equivocarnos, somos siempre los malos de la película”.
Por el momento, no hubo detenidos ni se sancionó a los clubes participantes.
