La Cámara del Crimen de Río Tercero resolvió este viernes condenar a un hombre de 67 años a 12 años de prisión. Estaba acusado de abuso sexual gravemente ultrajante continuado en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravado, por ser víctima menor de 13 años. También se lo encontró culpable de abuso sexual simple y de abuso sexual calificado.
Los tres niños varones tenían 4 años de edad cuando fueron abusados sexualmente, en 2019. La acusación marcaba que el ahora condenado se valía de que su pareja trabajaba en un jardín de infantes, de Santa Rosa de Calamuchita, para acceder a los niños. En ese momento la mujer era maestra en ese establecimiento.
Fueron los padres de las víctimas quienes denunciaron al abusador, luego de escuchar el relato descarnado, en primera persona, de los pequeños. Allí entendieron por qué sus hijos ya no querían ir más al jardín o no tenían más control de esfínteres. Poco después fueron trasladados hacia otra institución educativa.
En la pieza acusatoria consta que el acusado ingresaba a la escuela con la excusa de donar muebles usados. Tras cierto ardid en este tipo de delitos de instancia privada, los chicos terminaron siendo víctimas del abusador.
EL FALLO CONTRA EL ACUSADO
La Fiscalía de Cámara pidió 10 años de prisión para el hombre y dos para la mujer. Mientras que los querellantes en representación de los niños, solicitaron para el acusado 15 años y tres años para la maestra.
Tanto el acusado como su pareja, se mantuvieron desde la primera instancia en la línea de argumentar que él nunca había entrado a la escuela, que se quedaba en la vereda y que iba a ayudar cuando se rompía algo.
“No entiendo de donde sale toda esa denuncia perversa que me hicieron. No conozco a los chicos, y menos a sus padres”, aludió en el voluminoso expediente. “Todo es una gran mentira y confusión”, esgrimió en la Fiscalía.
Sin embargo, se podría inferir que para la Cámara del Crimen no habría alcanzado el relato de la pareja involucrada, sino que cobró peso la narración de los niños ante los peritos psicólogos. Dieron detalles tan íntimos del abuso padecido, que dejaba enmudecido al tribunal,
Su pareja, que en ese momento era maestra del jardín, no fue condenada por ningún delito y resultó absuelta. Ambos fueron además absueltos por presunta privación ilegítima de la libertad, que era la cuarta acusación que se debatía en este juicio.