El centro de la ciudad de Córdoba tiene construcciones, emprendimientos y personas con historias que merecen ser contadas. Entre ellas se destaca una casa de alfajores que se instaló allí hace más de 45 años.
Cuál es la casa de alfajores que tiene más de 45 años en el centro de Córdoba
Se trata de La Costanera, un comercio que abrió sus puertas en 1927 de la mano de Pedro Checchi. En aquel entonces estaba en frente de la Plaza San Martín y ocupaba una gran parte de la esquina que actualmente es la sede del Banco Hipotecario.

La empresa se distinguió desde un primer momento por su alfajor, que es una receta italiana que se respeta hasta la actualidad. En el mismo sitio se realizaba tanto la producción como la atención al público para la venta.
Pero en 1976, se vio obligada a abandonar la que había sido su casa por 49 años. El contrato de alquiler finalizó, los dueños del terreno no quisieron renovarlo y la familia de Pedro tuvo que reorganizarse en tres meses.
Finalmente, se dividió en dos y su fábrica se instaló en la calle 25 de Mayo al 848, barrio General Paz. Mientras que, el comercio y casa de alfajores quedó en la calle Chacabuco al 33.

Cómo es la casa de alfajores que tiene más de 45 años en el centro de Córdoba
Las estanterías de alpaca y plata con decorados dorados y celestes fueron trasladados a ambas ubicaciones. Luego de un proceso de armado, acomodo y evaluación, abrieron sus puertas.
Entrar a la casa de alfajores de La Costanera ubicada en el centro de Córdoba desde hace 49 años es emprender un viaje en el tiempo. Su planta baja tiene dos columnas con muebles de madera delicados y cuidados al detalle.

Delante, otros amoblados con unos delicados vidrios que resguardan cientos de dulzuras.12 tipos de alfajores, cañoncitos con mucho dulce de leche, merengues artesanales solos o rellenos, palmeritas, empanadas y bizcochos son algunas de las exquisiteces.

Pero estas también se aprecian gracias a las intensas luces que son cuidadas por un techo alto, característico de este tipo de construcciones. La joya es su balanza, que está desde aquel 1927 y sigue al cuidado de la cuarta generación de la familia.