Brenda Agüero, la enfermera de 27 años que es la principal sospechosa de inyectar una sustancia no identificada a 13 bebés recién nacidos en el hospital Neonatal, de los cuales cinco murieron; fue detenida este viernes en su domicilio de Río Ceballos, imputada por homicidio. Su madre salió en su defensa: “Ella no tiene nada que ver”.
A pesar de la terrible acusación, la madre de la enfermera esgrimió sus argumentos. Señaló que su hija no tenía contacto con los menores porque su trabajo consistía en asisitir a las madres luego del parto. “Ella nunca estuvo con los bebés, estaba especialmente para las madres. Había otras enfermeras que se dedicaban a los bebés”, apuntó.
Y añadió: “Hay otras personas incriminadas porque en mi casa no encontraron nada. Mi hija no tiene nada que ver”. Además aclaró que nunca tuvo problemas en su trabajo previo sucedido en el Sanatorio Allende, al cual renunció para ingresar al Neonatal.
“Es injusto”
Consultada la mujer sobre lo que les diría a las madres de los bebés fallecidos, respondió: “Yo las entiendo como mamá porque yo también lo soy, pero esto para mi es injusto y no lo veo nada bien. Mi hija nunca sería capaz de algo así, ella era la mayor y prácticamente crió a sus hermanas porque yo trabajaba”.
“Jamás tuvo problemas en los hospitales donde trabajó y después se encaprichó con el Neonatal. Le gustaba lo que hacía, le gustaba estar con las mamás”, añadió.
Y anticipó que estaban asesoradas por un abogado, quien les advirtió sobre el operativo: “Estabamos preparados para esto, para un allanamiento. El abogado que fuimos a ver nos dijo que se lo iban a hacer a todo el personal del Neonatal y que se la podían llevar detenida para investigar”.