Un increíble hecho de violencia fue acusado por Soledad, una vecina de la ciudad de Alta Gracia, quien comentó lo que tuvieron que vivir sus hijos el pasado 31 de marzo. Si bien el hecho no fue denunciado formalmente, la Policía actuó de oficio y detuvo a cuatro de los agresores.
Soledad, vecina de calle Intendente Molinari, narró a diario Resumen, los hechos de violencia suscitados. El primer suceso, involucró a su hijo de 15 años y a un primo de 14, quienes se dispusieron a ir a buscar a unas jóvenes en inmediaciones del Deportivo Norte, cuando fueron interceptados por un grupo de “adultos” que los golpearon salvajemente y sin mediar palabra alguna.
“Yo volví a mi casa como a la 1 de la mañana, salía de trabajar y cuando llegaba vi llorar a mi hijo de 15 años y me dijo que la barra del Deportivo le había pisado el coco”, detalló la mujer.
Posterior al hecho, el adolescente y su primo se habrían regresado a la casa y contaron lo ocurrido a su hermano mayor quien salió en busca de los agresores junto con un amigo. “Ellos también pelearon, se dieron con que eran tipo de 30 o 40 años, no entiendo como pudieron atacar a dos chicos”, agregó Soledad.
La mujer asegura que “salieron como 30 tipos” y siguieron a su hijo y el otro chico hasta su casa. “Le quebraron la nariz y querían ingresar adentro, me destrozaron la puerta con un caño de escape. Por suerte no entraron sino hubiese sido una tragedia”, contó Soledad quien precisó que el episodio se habría extendido al menos unos 40 minutos y que, a pesar de que todos los vecinos estaban afuera por los fuertes disturbios, la policía “no llegó en ningún momento”.
“Yo después tuve que llevar a mi hijo mayor al Hospital mientras que el más chico estaba todo golpeado. Después me enteré que la policía llegó, cuando todo había pasado y detuvo a cuatro de esos tipos, pero eran un montón y no quiero imaginarme lo que hubiese pasado si entraban a mi casa”, contó la mujer, quien asegura “vivir con miedo” desde que el hecho ocurrió.
Soledad no radicó la denuncia a la Policía, ya que cree que son personas peligrosas que pueden volver a atentar contra su familia. “Lo único que sé es que son barras del Depo porque mis hijos los conocen. Pero nunca tuvieron ningún problema, nosotros vivimos hace poco en Alta Gracia, no sabemos qué les pasó por la cabeza”, finalizó.