Un hombre de 38 años fue condenado a 14 años de cárcel, acusado de abuso sexual, secuestro, lesiones, desobediencia y coacción contra su pareja -en ese momento- de 18 años. El caso se conoció el año pasado, en la ciudad de Río Tercero. La última golpiza fue denunciada por los vecinos de la pareja.
El caso fue tomado por la Cámara del Crimen de esa ciudad, que condenó al hombre por abuso sexual con acceso carnal continuado, privación ilegítima de la libertad calificada, lesiones calificadas, desobediencia a la autoridad y coacción en concurso real.
Según los fundamentos firmados por el juez Marcelo Ramognino, luego de la última golpiza “el imputado colocó una cadena con candado en la puerta principal y se retiró, dejando a la joven encerrada en la vivienda. Esta agresión ocurrió después de que se dictara una orden de restricción contra ambos.
“Mediante una estrategia perversa, un relato psicópata, se transfiere la culpa a la víctima, pretendiendo que es ella la responsable de lo que sucedió. El ataque a la víctima se muestra como una constante que hay que desterrar definitivamente cuando se analizan abusos sexuales”, describe el magistrado.
El fiscal de Cámara había pedido la misma pena impuesta y la defensa abogó por una menor, sin dar demasiadas explicaciones técnicas.