Obligado a ganar para forzar un milagro, Belgrano desnudó todas sus falencias para convertir. Además de faltarle la dósis de suerte.
Ante Godoy Cruz acumuló méritos para romper el cero y chocó con el arquero rival, o con la falta de puntería de sus futbolistas.
Incluso, cuando la mandó a la red, como lo hizo Matías Nani a los 8 del PT, el árbitro lo anuló por mano en la acción previa.
Belgrano anotó apenas 16 goles en 25 partidos, muy lejos de los 42 del campeón Racing, y de los 29 con los que Patronato se salvó.
En este semestre, en el que Belgrano buscaba la permanencia, sólo convirtió seis goles.