Muchos ni se habían acomodado en las butacas. Muchos todavía estaban entrando y Talleres le ganaba 1-0 a Palestino. Antes de que terminaran las explosiones y los primeros cantitos de recibimiento al equipo, los hinchas gritaron el primer gol. A los 2, Dayro Moreno definió magistralmente ante la salida del arquero rival y estalló el Kempes por primera vez. Fue el desahogo a tanto calor acumulado durante la tarde.
Después del 1-0, todo parecía estar tranquilo en la tarde noche del Kempes para todo el Mundo Talleres. El equipo, en la cancha, aceleraba y la sensación del segundo gol parecía estar más cerca. Los chilenos mostraron alguna intención de lastimar con algo de dominio y toque pero, cuando los extremos y los delanteros de la T aceleraban y le metían ritmo al partido, se paraba la tribuna anticipando un nuevo festejo.
Y, a los 32, llegó la segunda alegría. Lo bajaron a Moreno en el área de Palestino, el venezolano Herrera cobró penal y Ramírez, con inapelable zurdazo al palo derecho de González, arquero de Palestino, gritó junto a la multitud el 2-0. La fiesta era completa. Y, a medida que corrían los minutos, la sensación era que todo estaba controlado para pasar una tarde tranquila en el Kempes.
Pero es fútbol. Y en este deporte tan imprevisible, se complicó un poco el panorama. A los 44, cuando nadie lo esperaba, Palestino descontó. César Cortez marcó el 2-1 y se cerró el primer tiempo dejando dudas en todo Talleres.
En el complemento, los albiazules de adentro de la cancha salieron como anestesiados. Palestino, que tenía buen dominio sin profundidad, iba ganado terreno en campo rival con paciencia. Desde la tribuna, ya no había tanta algarabía. Las dudas de adentro se empezaron a notar afuera también.
A los 22, las dudas que generaba el buen juego de Palestino a todo Talleres, se transformaron en certeza. Porque llegó el 2-2 por intermedio de Soto, el marcador de punta derecho del equipo chileno.
Desde afuera, el espontáneo aliento de los hinchas albiazules para que el equipo reaccione, empezó a bajar desde las cuatro tribunas. Y pareció surtir efecto, a los 28, Palacios casi mete el tercero pero el arquero se la sacó abajo, cuando se le colaba en el palo derecho. A los 41, Moreno le pegó de afuera y pasó cerca,
Luego, a los 43, una jugada hilvanada de izquierda al medio de Palestino hizo temblar a Talleres. Herrera, primero y luego un defensor en la línea, salvaron la tercera caída de la T.
Y el partido no dio para más. En el resultado, quedó mejor parado el equipo chileno. Pero los aplausos y el aliento del final abrigan la esperanza de que la T se traiga la clasificación desde el país trasandino.