El termómetro marcaba cerca de los 40 grados. Los chequeos constantes en la aplicación que les tira el clima en el celular no parecía moverse cuando los hinchas de Talleres actualizaban los datos. Hacía calor. Calorón, como se dice por Córdoba.
En el camino al Kempes, entre el sopor de la siesta tarde y las obras de la Circunvalación que parecen eternas, se les hizo pesado el arribo a los miles de fanas. Pero las ganas de volver a ver al equipo jugar por la Copa LIbertadores. El rival: Palestino de Chile. Pero, en las calles de alrededor del estadio, se percibía más expectativa de lo que fue la previa ante San Pablo, dos semanas atrás.
Quizá animados por esa histórica clasificación, los fanas de la T desafiaron calor y le pusieron su color a ese ingreso a las tribunas. Había que estar, de nuevo, acompañando al equipo que tantas alegrías les ha dado últimamante en el plano nacional y ahora también, en el internacional.
Y había que respirar más pausado, no agitarse, buscar las pocas sombras para hacer la pausa. La temperatura era altísima como para andar corriendo. Igual, muchos apuraron el paso para ganarse un lugar en un estadio que iba a tener mucha gente.
Y no se equivocaron. A medida que pasaban los minutos, el calor y el color se transformaron totalmente en azul y blanco. Juega Talleres ante Palestino y ameritaba que haya un buen marco. Los hinchas de la T se lo dieron y esperan, ansiosos, una nueva alegría.
Fotos gentileza A la Cancha - Radio Continental Córdoba