Revolucionó Nueva Italia. Reinaldo Merlo asumió en Racing con efecto Mostaza y repercusión inmediata. Más todavía por una arranque soñado, con tres jugados y tres ganados en un equipo que transitó una rueda completa sin victorias en el Federal A.
Mostaza mostró su predisposición de inmediato, en parte porque Norberto Pocho Arismendi, su amigo entrañable, influyó para que aceptara dirigir a la Academia cordobesa, al considerarla una propuesta atractiva.
"Me presentaron a Cayetano Canto (vice de Racing), que buscaba una solución para el equipo porque no le encontraban la vuelta. Le dije que llevara a Carlos, un técnico con espalda. Hice mi parte para convencerlo y no nos equivocamos", resaltó.
"En esta contratación sí tuve ingerencia, y no así en la de Luis Islas hace unos años (en 2013). Aquella vez Luis fue por su cuenta y me llamó sólo para que vea los papeles, cuando estaba por firmarlos. Me asociaron a su contratación y yo no tuve nada que ver. Al contrario, terminé poniendo plata de mi bolsillo por unos cheques que me entregaron (Fabián) Novak y (Ricardo) Bondio, por entonces en el club. De sólo nombrarlos se me eriza la piel" recordó Arizmendi, lo que significó una mala experiencia.
"Ya lo aclaré con Manuel (Pérez) y la gente que maneja ahora el club. Y lamento que Racing pague las consecuencias por una mala decisión y una tumultuosa salida con juicio incluído", añadió.
Hoy destaca como un acierto el arribo de Merlo a la Academia. "Está muy contento, siempre bien acompañado y con la gente del club muy atenta a lo que él pide. Además, están cerca personas de mi confianza como Piero Foglia, Pablo Kratina, el ex ministro Hugo Testa... como para que no extrañe tanto".
Arismendi también dejó en claro cómo fue la negociación en lo económico, ya que muchos se sorprendieron de que un técnico de semejante trayectoria accediera a trabajar en el Federal A.
"Es realmente increíble la plata por la que aceptó ir Carlos. Demostró que que quería dirigir a Racing y fue por la gloria deportiva. Lo quiere ascender y ya está pensando en los refuerzos. Es un club que le despierta sensaciones distintas, porque lo entrenó su amigo Coco Basile, porque tiene los mismos colores del Racing de Avellaneda, dónde le hicieron una estatua, y porque con la gente de Córdoba se siente muy a gusto".
Ademas, poso énfasis en lo que genera Merlo en Racing. "Es una locura la cantidad de demostraciones de afecto. También se vio cuando fueron a jugar a San Luisl hace unos días. Como ya se instaló en Córdoba, Mostaza empezó a ir a un gimnasio y va tipo siete de la mañana. Y vuelve caminando porque está a pocas cuadras de su departamento. Pero me cuenta que debe parar varias veces, porque le piden autógrafos en cada esquina. La semana pasada el gerente de un importante supermercado le mandó un asado como para 50 personas, porque es hincha de Racing Club y ama a Mostaza. Y lo comieron en la cancha de bochas del club".
En cuanto al plantel Albiceleste y la reacción inmediata que causó el DT, Pocho Arismendi apuntó: "Le llamó la atención el nivel de varios jugadores. Sabía que Racing estaba adormecido y que por el plantel con el que cuenta iba a encontrar el rumbo. El torneo no lo sorprendió, porque lo venía mirando y tenía en claro lo competitivo que es. Lo que nunca se imaginó es el cariño que le demuestra la gente en todo momento".
Como buen amigo, conoce lo que Mostaza puede extrañar: "En la juntada de los lunes por la noche en La Raya (emblemática parrilla de Palermo), dejamos una silla vacía con su nombre. Vienen el Coco Basile, el Bambino Veira, Horacio Pagani, el Ruso Ribolzi, Carlitos Babington, el doctor Palladino.... toda la barra. Y lo llamamos por teléfono para charlar un rato y que de esa forma esté con nosotros".
Y anticipó lo que representaría un momento nostálgico y emotivo en Nueva Italia. "Ya hablamos con Coco Basile para ir a visitarlo a Córdoba. Si podemos, será antes de fin de año. Y de paso, para que la gente de Racing le haga un reconocimiento por aquel equipo que resultó inolvidable".
