La mujer, de 92, detenida en prisión domiciliara por ingresar armada a una comisaría en San Francisco contó que su plan era “balear” la casa que le están usurpando.
El revólver que cargaba le fue secuestrado, pero ella asegura que si no se lo devuelven va a comprar otro.
Además, dijo que se siente presa: “Resulta que tiene razón la atorranta que se metió en mi casa y no yo”.
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