El hecho de convivir con el mismo grupo de personas en el trabajo durante muchas horas suele generar lazos afectivos, ya sea de confianza, de respeto o, incluso, de amistad. Esos lazos traen aparejados una serie de ventajas y desventajas, no sólo para los empleados, sino también para el empleador.
En el mes del Día del Amigo, la consultora Adecco Argentina describe esta situación y y aconseja sobre cómo generar un equilibrio para que estas relaciones sean provechosas.
Ventajas
A nivel personal, tener colegas que sean a la vez amigos ayuda a establecer una comunicación más cercana y fluida, ya que permite anticiparse a la reacción de cada persona ante una determinada situación.
Además, permite una mayor distención, favorece la disminución del estrés laboral y hace posible superar con mayor facilidad situaciones difíciles o frustraciones laborales.
Trabajar teniendo confianza en el otro es esencial para que el trabajo en equipo sea un éxito y, asimismo, es necesario para que el trabajador se sienta a gusto en su puesto.
Por otro lado, estos lazos de amistad en el ámbito laboral se traducen en ventajas visibles para la compañía: mejoran el clima laboral y permiten un aumento de la productividad, favorecen una mejor identificación con la cultura de la compañía y reducen el tiempo de adaptación de las nuevas incorporaciones.
Además, incrementa el sentimiento de pertenencia y la fidelización de los profesionales a la organización, y se convierte en una potente herramienta de atracción de talento. Finalmente, fomenta un verdadero trabajo en equipo a la vez que mejora la toma de decisiones.
Desventajas
Como contracara a las ventajas que acarrean las relaciones de amistad, es necesario recordar que no es fácil gestionar ningún tipo de relaciones personales dentro del trabajo, y esto incluye a los amigos dentro de este espacio.
Muchas veces, si existe demasiada confianza, la línea entre el profesionalismo y la familiaridad puede volverse difusa, generando falta de formalidad o haciendo que conflictos personales trasciendan al ámbito laboral.
Además, puede dificultar el establecimiento de jerarquías y relaciones de superioridad inherentes a la compañía, y suponer, asimismo, una dificultad para aquellos compañeros que no disfruten de este tipo de intimidad.
¿Cuál sería un buen equilibrio?
Puede ser útil fijar con claridad los parámetros y la forma de trabajar con los amigos-compañeros, tratar de ser justo tanto con superiores como con subordinados, vigilar en quién depositar la confianza y, sobre todo, no descuidar la creación y el cuidado de los amigos fuera del entorno laboral.
Antiguos colegas: ¿cómo mantener la amistad?
Como en todos los ámbitos de la vida, a las relaciones de amistad hay que invertirles tiempo y espacio. A pesar de la distancia, es posible mantener la amistad teniendo en cuenta los siguientes tips:
• Organizar una salida mensual para ponerse al día de las novedades de cada uno.
• Aprovechar las redes sociales para retomar el contacto con los colegas anteriores al menos dos o tres veces al mes para saber de ellos, compartir anécdotas, temas profesionales u organizar planes juntos.
• Hacerlos partícipes de los logros y cosas diarias es una excelente manera de fortalecer los vínculos.
• Recomendar cursos, talleres u otras actividades interesantes para el rubro.
• Ayudarse mutuamente con contratiempos o situaciones laborales.