A un mes del golpe comando en Nueva Córdoba, que dejó un policía y dos delincuentes muertos, las dudas y los interrogantes se hacen más grandes y parecería que la verdad exacta de lo ocurrido está cada día más lejos.
Esta afirmación se sustenta, por ejemplo, en la información conocida en las últimas horas: "desapareció" de la escena criminal el arma 9 milímetros con la que asesinaron al policía Franco Ferraro.
Así lo confirmó el fiscal de la causa, Rubén Caro, quien indicó que "algo pasó" con el arma, ya que no estaba en la esquina de Rondeau y Buenos Aires, donde ocurrió la feroz balacera.
El cuerpo de Ferraro presentaba dos disparos con un arma 9 milímetros que, se sospecha, podría haber sido disparada por una de las pistolas robadas en Jefatura de Policía.
Sin embargo, hasta hoy el arma no aparece, pese a que el presunto autor de los disparos murió en el lugar.
Otro "dato sucio" que se suma a un golpe comando en una presunta financiera ilegal.