Todo venía normal, salvo por la cantidad de gente y el calor que hacía en el recinto de la Legislatura, en el marco del discurso del gobernador Juan Schiaretti, en la apertura de sesiones.
Pero, en un determinado momento de su alocución, el mandatario provincial fue decayendo en su tono de voz hasta que prácticamente no se lo escuchaba por los micrófonos.
Cuando hizo una pausa, pasó lo que se veía venir, comenzó a tambalearse y fue auxiliado por las personas que estaban a su alrededor.
El primero fue Oscar González, como médico que es, y también el ministro de Educación, Walter Grahovac, quien le pidió que tomara una gaseosa.
La situación se tornó tensa y duró algunos minutos, momento en el cual, el gobernador volvió al estrado y dijo.
"La lipotimia me tiene mal, por suerte Grahovac, como buen profesor que es me dio la solución para seguir", dijo.
Reviví el discurso en vivo en este link.