Casi 4.000 compartidos, unos 1.900 comentarios (todos elogiosos) y 6.500 Me Gusta, tiene una publicación realizada en la red social Facebook por un vecino de Embalse, quien en un emotivo texto agradece en ese lugar de Internet la forma en que un empleado de la Anses no sólo lo atendió a él, sino a todas las personas que estaban allí.
"Estaba en la cola de informes con mi hija y mis dos nietos, y me empecé a impacientar porque la cola avanzaba poco", arranca el posteo de Favio Pavón, y que fue enviado a nuestro Facebook por una de nuestras lectoras, quien nos recomendó la noticia.
"Empiezo a ver qué pasaba y observo cómo este señor atendía a cada persona, sobre todo a los jubilados de avanzada edad, que les costaba entender el trámite", sigue.
"Toda mi impaciencia se fue cuando vi el profesionalismo y amor que este señor atiende, no sólo les explicaba sino que también aconsejaba a una señora de 80 años aproximadamente, con una vocación de servicio y una calidad humana sobresaliente", señala.
"De igual forma atendió a mi hija y todos los que estaban allí. Lo felicité y le dije que el trabajo que hace es espectacular", remarca.
"Me alegró el día, gente así sobresale del resto y marca la diferencia, quien sepa su nombre etiquétenlo, es una gran persona", finaliza.
Lo cierto es que Facebook es una red que muchas veces recibe críticas, pero también es un lugar para encontrar gente. Y entre los comentarios que tiene la publicación, alguien le hizo caso a Favio e identificó al empleado: se llama Martín Tresca y trabaja en la Anses de Río Tercero.
Martín es papá, está en pareja y su esposa, de nombre Cyn, al ver el alcance que había tenido el posteo, en su Facebook escribió:
"Aunque la mayoría de las veces te queremos matar por descargar tu mal humor y cansancio con nosotras (sobre todo yo) estamos muy orgullosas de que seas asi... (¿Viste que siempre te digo que al final siempre hay recompensa?) *TE AMAMOS* (ZOE Y CYN )
Una historia pequeña, ocurrida en el interior de Córdoba, pero que elegimos contarte porque los buenos gestos valen la pena, sobre todo en aquellos lugares donde las noticias no suelen estar cargadas de optimismo.
¡Grande Martín!