Los restos de Abril Sosa, la niña de cuatro años que fue hallada asesinada el pasado lunes en Córdoba, tras haber permanecido desaparecida desde el sábado, fueron inhumados en una ceremonia íntima, mientras que la investigación por su muerte pasó a una fiscalía especializada en delitos sexuales, informaron fuentes judiciales.
La inhumación se realizó durante las últimas horas, luego de que la fiscal de Instrucción a cargo de la causa, Patricia Ramírez, ordenara entregar el cuerpo a la familia.
Fue la misma funcionaria judicial quien decidió el traspaso de la investigación por el asesinato de la niña a la Fiscalía de Instrucción de Delitos contra la Integridad Sexual.
El abogado que representa a la familia Sosa, Carlos Nayi, dijo este jueves que este cambio se debe a que "seguramente se detectó algo en los resultados preliminares de la autopsia", por lo que consideró que el paso a la otra fiscalía "es natural que sea así".
En tanto, la fiscal está a la espera de los informes finales de la autopsia para definir la fecha en la que será indagado el principal sospechoso del crimen, Daniel Ludueña.
El detenido está acusado de homicidio agravado por alevosía e indefensión, y luego de los informes forenses se establecerá si se le imputa además el delito de abuso sexual, ya que no se descarta que haya sido ese el móvil del crimen.
En tanto, durante esta jornada, la familia de Abril designó como querellante al abogado Carlos Nayi para que la represente en la causa.
Abril desapareció cerca de la medianoche del pasado sábado, cuando estaba en la casa de una vecina, en el barrio General Bustos de la capital cordobesa.
Según el sumario preliminar, Ludueña, conocido de los padres de la niña, habría llevado a la pequeña hasta la pensión donde residía en el mismo barrio y allí la estranguló.
El cuerpo fue hallado el lunes a la noche en un terreno baldío del barrio Alta Córdoba.
