Mientras se estaba jugando el Superclásico cordobés entre Talleres y Belgrano, a los 16 minutos del primer tiempo, el árbitro Germán Delfino, decidió parar el partido.
Esto fue como consecuencia de que desde la hinchada de Talleres comenzaron a vociferar cantos xenofóbicos, que involucraban al pueblo boliviano.
Luego de algunos minutos, se retomó el encuentro.