Por Mariano Iannaccone
Reinan la expectativa y la ansiedad entre los representantes cordobeses que tomarán parte de la próxima edición del Dakar. También, el entusiasmo, claro. A poco más de una semana para la largada de la competencia, que tendrá lugar el 6 de enero en Lima, Perú, tienen todo prácticamente listo.
“ Pero siempre, hasta justo antes de viajar, se trata de chequear todo una y otra vez”, le comenta a Día a Día Daniel Mazzucco, piloto que afrontará la máxima aventura del deporte motor por novena vez y que ya la ganó en tres oportunidades dentro de su clase, Cuatriciclos 4x4. El ocho veces campeón argentino de Rally Cross Country no deja nada al azar.
Por estas horas, los competidores que participan con vehículos preparados en Córdoba les dan los últimos retoques a sus máquinas, una vez que han terminado de hacer las pruebas necesarias con ellos.
“Nosotros preparamos los cuatriciclos Canam Renegade de cada uno de nuestros pilotos, a los que en carrera les brindaremos también su asistencia”, explica Mazzucco, quien además de correr –con el número 271- es el titular de su propio equipo, el Mazzucco CanAm Team, único con apoyo oficial de la marca perteneciente a BRP.
En sus filas, también está otro cordobés: Marcos López (288), de Río Ceballos y que debuta en la odisea. En total, son seis pilotos, lo que convierte a la escuadra en la más numerosa de la división Cuatris.
Rastrojero amigo
Debutó en la pasada edición y se ganó el cariño de la gente. En todas partes. Es el "Rastro-Dakar", como bautizó José Blangino al prototipo que concibió. Con un potente motor Chevrolet Camaro de 350 caballos (V8, 6.2 litros), el noble Rastrojero amarillo pilotado por el representante de Monte Cristo tiene con qué cubrir los 9500 kilómetros que le esperan, de los cuales la mitad serán a velocidad libre.
"El Rastro-Dakar es un sentimiento. Hay que ver cómo la gente nos alienta en la ruta. Los argentinos saben bien de qué se trata y a muchos les trae gratos recuerdos; en cambio, a los europeos que corren, por ejemplo, les resulta extraño, no saben bien qué vehículo es. ¡Pero lo mismo les resulta simpático!", cuenta Pipo Blangino, quien el año pasado fue con el bonaerense Luciano Gagliardi de navegante y ahora contará con el también cordobés Fernando Acosta.
Los vehículos de carrera de los cordobeses hacen el viaje por tierra entre Córdoba y Lima, como los de tantos otros latinoamericanos que deben llegar a tiempo a la capital peruana para las verificaciones previas. Los transportan sus propios equipos, en trailers o bateas.
Los nuestros ya hicieron una experiencia similar a fines de 2012, cuando debieron cubrir por primera vez ese periplo en virtud de que el Dakar 2013 unía Lima con Santiago de Chile. Es un viaje de casi tres días. Son 3500 kilómetros...
Mientras tanto, los pilotos, para llegar más descansados a la largada, viajan en avión; algunos, en vuelos directos entre nuestra ciudad y la capital peruana; otros, vía Buenos Aires. Como sea, el Dakar Perú-Bolivia-Argentina 2018 los espera.
Y para todos, llegar a Córdoba el 20 de enero es el gran objetivo y la más fuerte motivación. "Será el Dakar más especial de todos, por el hecho de que la meta es mi ciudad", dice Mazzucco. "Ojalá, todo vaya muy bien", cierra ilusionado.
