Qué hacer cuando los niños se introducen objetos en boca, nariz y oídos

A partir de los cuatro meses, los bebés ya empiezan a manipular objetos y se los llevan a la boca, la nariz y los oídos. Cuando la curiosidad se puede convertir en una situación alarmante. 

Qué hacer cuando los niños se introducen objetos en boca, nariz y oídos
Cómo actuar si los niños se llevan objetos a la boca, nariz u oídos\u002E

A medida que los niños van creciendo, adquieren más habilidades para manipular objetos y desplazarse. A su vez, exploran y descubren el mundo a través del tacto. En ese sentido, los especialistas advierten sobre el potencial peligro que representa dejar objetos pequeños al alcance de los más chiquitos de la casa sin supervisión.

A partir de los cuatro meses aproximadamente, los bebés pueden manipular objetos. Como todo es nuevo para ellos, juegan e investigan. Y ese entusiasmo por conocer puede llevarlos a ponerse objetos en la nariz, los oídos y la boca. Muchas veces, es sólo una travesura sin grandes consecuencias. Pero otras, indica la pediatra Nora Zonis, puede convertirse en una situación alarmante.

"Hay situaciones que el adulto las puede notar inmediatamente, pero en otras oportunidades, se detecta con el correr de los días que algo no anda bien", explica la instructora en RCP-DEA de Swiss Medical Center.

La mayoría de los accidentes que protagonizan los chicos, ocurre en el hogar. Y frente a una emergencia, el que está más cerca es la persona que debe ofrecer los primeros auxilios. Por eso, remarca la doctora, es imprescindible que todos conozcan las maniobras de reanimación.

En ese sentido, Zonis detalla cómo hay que actuar ante cada situación, cuando los niños se introducen objetos en las vías respiratorias o en los oídos.

OÍDOS

Consecuencias.

El niño puede sentir, o el adulto notar, una pérdida parcial de la audición.

Qué hacer.

Siempre, cuando se sospeche que algo se introdujo en el oído, concurrir a un servicio de otorrinolaringología o pediatría para su evaluación y correcta derivación.

Qué evitar.

No introducir pinzas en los oídos para intentar sacar el objeto, porque se podría empujar más adentro o incluso dañar el tímpano u otras estructuras. Tampoco aplicar gotas o pomadas óticas.

NARIZ

Consecuencias.

El niño puede sentir un dolor intenso o molestia por la inflamación de la mucosa nasal, dificultad para respirar por la nariz, e incluso puede existir secreción nasal como sangrado y mucosidad con olor fétido. Por lo general, esto se produce sólo del lado donde se introdujo el objeto.

Qué hacer.

Siempre, cuando se sospeche que algo se introdujo en la nariz, concurrir a un servicio de pediatría para su evaluación y correcta derivación.

Qué evitar.

No introducir pinzas para sacar el objeto porque se podría dañar más la mucosa o empujar el elemento más adentro, o incluso se podría ir para la vía aérea y generar dificultad para respirar, agravando así la situación.

BOCA

Consecuencias.

Una situación que puede transformarse rápidamente en algo grave es cuando los pequeños se atragantan. Puede ser con piezas de juguetes o incluso comida. Al llegar a la garganta, el conducto de la vía aérea está por delante del de la vía digestiva. Ahí, puede suceder que el objeto en vez de ir hacia atrás quede en medio de los dos espacios o incluso vaya hacia adelante.

Obstrucción parcial. Si el niño emite sonidos, balbucea o tose fuerte, es una señal que el aire está pasando por la vía aérea. La obstrucción es parcial.

Qué hacer. Primero, pedirle al pequeño se tranquilice. Lo mejor es que siga tosiendo, significa que el aire está pasando. Hablarle con calma.

Qué evitar. Nunca golpear la espalda del niño porque se obstaculiza el mecanismo que se está usando para liberar el objeto, o incluso inclinándolo hacia la vía aérea.

Obstrucción total. Si la tos es inefectiva, débil, babea o cambia de color a morado, o se lleva ambas manos al cuello (señal universal de atragantamiento), puede ser que la obstrucción se total.

Qué hacer.

Actuar rápido y aplicar maniobras de desobstrucción de la vía aérea. Si pierde el conocimiento, llamar de inmediato al servicio de emergencias y comenzar las maniobras de RCP.

Qué evitar.

Si el objeto se percibe a simple vista en la garganta, jamás introducir el dedo para sacarlo porque puede empujarlo aún más.

Maniobras de desobstrucción

En lactantes (menores de 12 meses)

Apoyar el niño boca abajo sobre el antebrazo y muslo, orientando la cabeza más abajo que el cuerpo. Sujetar la barbilla con un dedo en el labio inferior para mantener la boca abierta. Sentir si cae el objeto.

Aplicar cinco golpes con el talón de la mano en la espalda, entre los omóplatos. Fijarse si el objeto salió. Si no sucede, girar al pequeño sosteniendo la cabeza y cuello hasta ubicarlo boca arriba. Revisar si el cuerpo extraño está en la boca. Si no lo ve, o lo ve pero lejos, realizar cinco compresiones torácicas, en el punto de RCP (en el centro del pecho en una línea imaginaria trazada entre los pezones).

Continar con cinco golpes entre los omóplatos y cinco compresiones, hasta que el objeto salga o el bebé pierda el conocimiento.

En mayores de 12 meses

Utilizar la maniobra de Heimlich, que consiste en compresiones abdominales. Colocarse detrás del chico y ubicar los brazos a su alrededor por encima del ombligo. Colocar un puño con el pulgar hacia adentro y tomar firmemente con la otra mano. Realizar compresiones hacia adentro de la panza y arriba hasta que salga el objeto o el niño pierda la conciencia.

Cuando se trate de niños pequeños, hay que arrodillarse para estar cómodo y poder hacer la maniobra.