Samira Iñiguez, la niña de 6 años que casi se ahoga en el natatorio del Club Universitario fue dada de alta el miércoles por la noche, alrededor de las 22, del Hospital de Niños de la Provincia de Córdoba. Estuvo internada en el establecimiento pediátrico de Bajada Pucará y Ferroviarios desde aquel fatídico lunes 11 de setiembre.
Con su partida de ese centro de salud, también terminó la angustia y el desvelo para sus papás, que no se despegaron ni un solo minuto de su lado. "Le hicieron una evaluación general a la mañana y luego la neuróloga la revisó por completo. Los informes determinaron que estaba en condiciones de volver a casa y entonces le dieron el alta", comentó el papá. La novedad fue comunicada por el subdirector del Hospital de Niños, Adrián Fonseca.
La pequeña fue rescatada de la pileta sin vida, y las maniobras de reanimación que le hicieron en el lugar resultaron claves para su recuperación definitiva. De hecho, los padres evitaron el contacto de ella con los medios por sugerencia de los profesionales que estuvieron asistiéndolos en cuanto a la contención.
"Ella no sabe nada de lo que le pasó, no le hemos contado y preferimos mantenerlo de esa manera hasta que nos aconsejen cómo seguir", dijo el papá.
El hecho. La desgracia ocurrió el 11 de setiembre alrededor de las 19.50.
Uno de los filtros de la piscina succionó un pie de la chiquita y quedó atrapada en la rejilla de la base; estuvo sumergida varios minutos lo que le provocó un paro cardiorrespiratorio. Un agente de policía la socorrió y le practicó maniobras de reanimación que resultaron cruciales para la suerte de la niñita. La pequeña fue internada en el Hospital de Niños.