La Para: él la dejó, y ella lo mató de dos balazos

Es la acusación que pesa sobre Noemí Carmelita Baldini (52), quien este viernes podría recibir prisión perpetua por el "homicidio calificado por el vínculo" de Miguel Ángel Loza (42), ocurrido en 2015 en esta localidad cordobesa. La imputada aduce que fue un pacto suicida. 

La Para: él la dejó, y ella lo mató de dos balazos
El fiscal de Cámara Hugo Almirón\u002E

Los primeros policías en acercarse al Ford Ka estacionado cerca del cementerio de La Para quedaron espantados. Para ese pueblo de 3.500 habitantes, ubicado en el este de la provincia de Córdoba, no era nada habitual lo que acababan de observar: una pareja muerta a balazos, ella del lado del conductor y él, del acompañante.

Al abrir la puerta se sobresaltaron; la mujer estaba viva, con un disparo en la boca. A fines de noviembre de 2015, Noemí Carmelita Baldini (50, en ese entonces) fue trasladada de inmediato al Hospital de Urgencias, donde a los pocos días la pasaron a una sala común. Tuvo suerte: el disparo del revólver calibre 22 corto no había causado lesiones graves.

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Los investigadores policiales barajaban varias hipótesis, algunas de ellas lindantes con la violencia de género: él la mató y se quitó la vida. O bien, con menos peso, se trató de un pacto suicida, nomás que ella se salvó.

La hipótesis del femicidio seguido de suicidio se cayó rápido: Miguel Ángel Loza (42), oriundo de La Para, tenía un disparo en el pecho y otro en la cabeza.

Por esa época, desde la Fiscalía de Violencia Familiar de Cristian Griffi surgió un dato interesante: el listado de muertos por homicidios intrafamiliares en la segunda mitad del año tenía como víctimas a más hombres que mujeres.

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El propio Griffi instruyó esta causa y con el paso del tiempo y la recopilación de pruebas no le creyó a Baldini, quien hasta hacía poco había sido pareja de Loza y aseveraba que habían pactado quitarse la vida juntos.

En esa postura se mantiene la mujer, quien este viernes 29 de setiembre, en la Cámara Octava del Crimen de Córdoba, podría recibir prisión perpetua por el "homicidio calificado por el vínculo" de Loza. El juicio, que comenzó días atrás, culminará con los alegatos de las partes y probablemente en la misma jornada los jueces dicten la pena.

Antes de eso, la mujer pidió declarar y agregar nuevos datos para respaldar su postura.

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Ruptura sentimental. "La prueba recolectada a lo largo del proceso judicial no me convence del pacto suicida", indicó a Día a Día el fiscal de la Cámara Octava, Hugo Almirón, quien comparte la idea con su par Cristian Griffi sobre que la mujer planeó el asesinato del hombre porque éste había terminado la relación.

Baldini, oriunda de San Guillermo (Santa Fe), llevaba un tiempo con Loza. De acuerdo con la reconstrucción del caso, en base a testimonios y pericias judiciales, el hombre decidió separarse y así se lo comunicó a ella. En principio parecía todo bien, pero poco después ella lo llamó y le anticipó que tenía algo para decirle. Lo pasó a buscar en su Fod Ka y se dirigieron para el lado del cementerio.

El testimonio del hijo de Loza sobresalió en todo esto. El joven dijo que esa noche de fines de noviembre recibió un mensaje en su celular por parte de Noemí Baldini. La mujer le pedía que se dirigiera al lugar donde ella estaba con su padre.

Al llegar al Ford Ka, el joven observó a su padre muerto y corrió a avisar a la Policía.

Baldini se aferra a su postura: asevera que ambos acordaron un pacto suicida, aunque ella tuvo la "mala suerte" de que la bala no le quitó la vida. El fiscal Griffi primero, y Almirón después, se inclinaron para otro lado: según ellos, la mujer acordó buscar a Loza y, una vez que estacionó el vehículo, sacó su arma y lo mató. Probablemente luego quiso suicidarse, y no lo logró.

Fue así que, una vez con el alta médica, la mujer pasó "derechito" desde la cama del Hospital de Urgencias hacia Bouwer, donde puede quedar gran parte de su vida si este viernes el Tribunal mantiene la acusación en su contra.