Por Verónica Suppo.
Advertidos sobre los operativos de control que realizó el miércoles por la noche la Policía en las zonas donde operan los cuidacoches ilegales, integrantes de cooperativas de naranjitas habilitados se reunieron este jueves con funcionarios municipales, a quienes les hicieron saber la preocupación por el incremento de cuidadores en las calles por la falta de empleo, sobre todo con más presencia de mujeres, y por la poca de cartelería oficial en las cuadras autorizadas.
La idea de más controles era un viejo pedido de los naranjitas, por lo que este jueves hicieron saber el planteo para que tengan continuidad, aunque al mismo tiempo advirtieron que creció la demanda de pedidos para cuidacoches y que temen por aquellos que salen a trabajar a la noche en busca de un peso.
Noel Quintero, uno de los referentes de CVA, una de las cooperativas habilitadas, dijo que aquellas personas que salen a cuidar autos en busca de un ingreso para comer "necesitan contención con trabajadores sociales".
“Todos los días recibimos personas que quieren trabajar como naranjitas, muchas mujeres. El Estado es el que debe hacer cesar esto que pasa, pero no pasa por identificar a las personas porque tenemos muchísimo desempleo, sino que tienen que ponerles trabajadores sociales, conocer cuál es el grupo familiar, no se trata de una medida represiva, de meterlos presos, sino de un abordaje integral de la situación”, dijo Quintero y concluyó que el número estimado de naranjas ilegales en Córdoba llega a los 1.500.
“Los autorizados, no sé, llegamos a 500”, precisó.
Para el líder de este grupo de cuidadores el número de ilegales seguirá en aumento, ya que estimó que “el municipio quiere privatizar el estacionamiento medido y cada vez dejarlos sin más calles”. “Nos están limpiando por la privatización”, enfatizó.
Quintero espera para hoy una reunión para abordar el tema con el secretario de Gobierno, Javier Bee Sellares; y con el de Servicios Públicos, Julio Waisman. “Si no nos reciben, pensamos en un plan de lucha”, adelantó.
Por otro lado, Juan Domingo Rodríguez, de la Cooperativa Unión, fue uno de los cuidacoches que concurrió al municipio a una reunión estejueves también preocupado por el avance de ilegales.
“Ya no sé desde cuánto tiempo hace que pedíamos los controles para que el usuario sepa que estamos autorizados, que tenemos credenciales, que todos los días hay gente que se suma”, dijo Rodríguez, quien agregó que en la charla con los funcionarios se llegó a un primer entendimiento.
“Siempre quisimos los controles y aprovechamos para contarles lo que está pasando: que faltan carteles, que no se están poniendo para que así el usuario sepa, porque cuando pasa algo nos ponen a todos en la misma. Y hemos conseguido que nos pongan carteles”, dijo.
Por su parte, Bee Sellares se mostró de acuerdo con el operativo. "Necesitamos de la colaboración de la Justicia y de la Policía porque queremos evitar lo que todos conocemos, que se acerque una persona que nos obliga a que le demos dinero para que nos cuide el auto. El municipio va a divulgar en qué lugar existe una cooperativa", expresó.