Según estadísticas internacionales, el principal problema de salud bucal en el mundo es la caries dental, que afecta a entre un 60% y un 90% de los estudiantes jóvenes, y al 92% de la población adulta. El último relevamiento de la Confederación Odontológica de la República Argentina (Cora) asegura que 9 de cada 10 chicos argentinos tiene caries.
El cuidado dental es un hábito que se aprende desde la infancia y que perdura en el tiempo. Por eso es importante establecer buenos hábitos de higiene bucal desde la niñez, para lograr tener dientes sanos en la adultez.
Los dientes y encías bien cuidados ayudan a los niños a mantener una buena salud a nivel general, no únicamente bucal. Es por eso que es fundamental comenzar desde pequeños a inculcarles el hábito, incluso antes de que les salga su primer diente.
Para ayudar a los más chiquitos a tener una sonrisa sana de la manera más fácil, el equipo de odontólogos de GUM brinda algunos consejos para mantener una correcta salud bucal.
Buenos hábitos
» Utilizar una pasta dental con sabor agradable.
La mayoría de las pastas dentales habituales pueden ser consideradas muy fuertes o desagradables por los niños. Para evitarlo, usar sabores que sean agradables para el paladar de ellos y en pequeñas cantidades.
» Involucrarlos en la elección del cepillo.
Existen diferentes cepillos para todas las etapas de la niñez, con diferentes características como personajes favoritos o luces que indican el tiempo correcto de cepillado. Que ellos decidan es una buena alternativa para generar buenos hábitos. Si les gusta, tendrán ganas de usarlo.
» Ser el ejemplo.
A los niños más pequeños les encanta copiar muchas de las cosas que hacen sus padres. Una buena opción es realizar el cepillado junto a ellos, para que puedan ver cómo lo hacen e intenten copiarlos. Esto ayuda a familiarizarse con el proceso.
» Encontrar el momento adecuado.
Es importante generarles el hábito para que luego lo incorporen naturalmente. Después de la cena o la hora del baño son momentos claves para comenzar.
» Ayudarlo durante el cepillado.
Los más chiquitos no tienen la destreza manual necesaria para realizar el trabajo minuciosamente. Es por eso que es importante ayudarlos y guiarlos hasta que se acostumbren y puedan hacerlo solos.
» La limpieza entre los dientes debe iniciarse tempranamente.
Se debe comenzar una vez que los dientes del niño encajen uno al lado del otro. Es importante que utilicen cepillos interdentales e hilos especialmente diseñados para ellos para evitar maltratar las encías.
» Visitar al odontólogo.
Deben comenzar a partir del primer año de vida para poder controlar la salud de los dientes y de las encías como también el crecimiento de las mandíbulas y el rostro.
Para evitar las caries, hay que realizar una correcta limpieza de los dientes a la mañana, a la noche y durante el día luego de cada comida.