La pandemia de coronavirus arribó en marzo a nuestro país y desde entonces, muchas prácticas y costumbres tuvieron que adaptarse a las exigencias de una nueva era; delimitada por las medidas sanitarios de confinamiento obligatorio. El virus puso al sistema educativo en un nuevo escenario: clases virtuales, nuevas formas de evaluación y con un regreso incierto a las aulas.
A 147 días del inicio de la cuarentena, Vía Córdoba dialogó con tres estudiantes quienes iniciaron sus estudios universitarios este año y comentaron sobre las dificultades y desafíos que están atravesando.
"Al principio fue muy raro, muy distinto, no estaba acostumbrada y los profes tampoco. Costó muchísimo los primeros meses adaptarnos a la forma en la que nos daban clases y la manera en la que nos evaluaban. Cuando comenzó, los docentes nos exigían mucho porque pensaban que estabamos en nuestras casas sin hacer nada", cuenta Carolina Maldonado, estudiante de Recursos Humanos en el Instituto Universitario Aeronáutico.
La mayoría de los jóvenes coincidieron en que haber logrado tener los cursillos de ingreso presenciales los ayudó a organizarse y adentrarse al nuevo mundo facultativo. "Pude hacer el cursillo presencial y una semana antes de empezar con las clases se decretó la cuarentena obligatoria, y por esa razón se demoró el comienzo de las clases", sostuvo Facundo Dutari, alumno de la carrera de Diseño Industrial, de la Facultad de Diseño, Arquitectura y Urbanismo de la UNC.
Una sensación similar es la que vivió, Katarina Ravnik, quien empezó la carrera de Arquitectura en la UNC: "Arranqué el cursillo en febrero, fue un mes de normalidad. El único que tuve de normalidad y me encantó. Cuando empecé a cursar, fui un día a la "facu" y cuando llegué a mi casa me dijeron que arrancaba la cuarentena. Yo pensaba que iba a durar 15 días nomás".
Asimismo, los tres coincidieron en que la adaptación de los primeros meses fue complicada tanto para los alumnos como para los docentes pero que con el pasar del tiempo, la virtualidad se convirtió en la "nueva normalidad", haciéndose "más llevadera" la cursada, según manifestaron.
Las desventajas tecnológicas y las dificultades en la conexión fueron un tema recurrente a puntualizar por los estudiantes. "Hay un miedo constante a que se corte la luz, se corte el Internet o se tilde la computadora. A mí, me pasó que se me cortó la luz y fue un momento feo y estresante", detalló Carolina.
Además, destacaron que el desigual acceso a la tecnología dificultó el comienzo de los estudios de varios universitarios: "Tuve compañeros que se les complicó cursar porque no tenían computadora, señal, wifi", sentenció Katarina. Sin embargo destacaron la labor de las facultades y de los profesores para empatizar con cada situación y permitir que aquellos con dificultades se puedan seguir formando.
La deserción en el primer año
Especialistas y entendidos en educación, ven con preocupación la deserción estudiantil en el primer año de universidad de muchos jóvenes. En ese sentido, la nueva situación profundizó algunos procesos. "Conozco mucha gente que fue dejando, la mayoria entra con dudas a la carrera sin saber si realmente les gustaba y la pandemia no te deja ver, la carrera tal cual es", aseguró Katarina.
Ante esto, Facundo agregó: "Es muy dificil cursar diseño industrial de manera virtual porque es una carrera muy práctica y la mayoría de las cosas se hacen en grupo. Ahora todo es individual".
"La pandemia, en mi caso, me quitó el trabajo de campo, algo super necesario en mi carrera. Tuvimos que analizar una organización de manera virtual y costó mucho, no es lo mismo hacerlo de manera presencial", sentenció Carolina y sostuvo que son muchos los compañeros que conoce que "abandonaron" y que "la cuarentena dificulta más las cosas a nivel del primer año".