Los trabajadores del transporte interurbano de pasajeros cumplen hoy 87 días de paro por deudas salariales, mientras que el sector empresario solicita al Estado "aportes extraordinarios para pasar la coyuntura" de la pandemia de coronavirus, al señalar que los subsidios no alcanzan.
La Asociación Obreros de la Industria del Transporte Automotor (Aoita) paralizó el servicio el último 13 de abril por tiempo indeterminado a partir de deudas salariales acumuladas desde marzo, con pagos parciales, y "están pendientes los sueldos de junio y el medio aguinaldo", según una fuente sindical.
El conflicto se replica en varias provincias desde que el país entró en el aislamiento social por la pandemia de coronavirus y las empresas del transporte comenzaron a tener dificultades para afrontar los salarios ante la caída en la cantidad de pasajeros y la consecuente baja en la recaudación.
Sobre la medida de fuerza, que afecta a los usuarios de las localidades del interior provincial y del Gran Córdoba, el vicepresidente de la Federación Argentina de Transportadores de Automotor de Pasajeros (Fatap), Gerardo Ingaramo, destacó que hubo más de 20 audiencias en sede local de la cartera laboral desde el inicio del conflicto y "no hubo avances".
En declaraciones a la radio Universidad, el dirigente empresario sostuvo que el sector del transporte de pasajeros tiene una "caída en la recaudación de 95%" desde la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus.
"Los únicos fondos que hay son directamente para pagar lo que se puede de los salarios", remarcó.
Asimismo, Ingaramo dijo que lo único que se logró hasta el momento es la continuidad de la Resolución 140 de aportes del Estado nacional, "que es de 1.600 millones de pesos para todo el país, suma que se incrementaría a 20.000 millones, que es un incremento importante de Nación, y las provincias siguen aportando lo mismo cuando tienen mayores ingresos".
No obstante aclaró que aunque el incremento nacional es significativo, "solo alcanza para pagar parte de los sueldos" y que nada se destina a la rentabilidad empresaria, por que planteó la necesidad de hacer "aportes extraordinarios para pasar la coyuntura".
Por el mismo reclamo, desde el 1 de julio, también se encuentra paralizado el servicio urbano de pasajeros de la ciudad de Córdoba.