En los últimos días, Marcelo Fenoll, fiscal de Distrito 3 Turno 1 de Córdoba Capital, volvió a mandar a juicio a Pablo Daniel Figueroa, apodado "el ladrón de Booking", por seis nuevos hurtos y seis estafas.
Figueroa, de 33 años, es conocido por ser protagonista de una cantidad significativa de delitos.
Según la Justicia, se registraba en diferentes departamentos utilizando la plataforma de Booking, buscaba alguno, y se registraba con su identidad y documento reales. Luego, era contactado por el dueño y acordaban la contratación.
Cuando este hombre llegaba al lugar, con una mochila, ponía algunas excusas para no pagar en ese instante la tarifa acordada. Se excusaba diciendo que la empresa para la que trabajaba se había demorado en girarle los viáticos, que no había encontrado ningún cajero con dinero o que un supuesto compañero de trabajo estaba por llegar con dinero. También prometía hacer un giro por home banking en la brevedad.
Según señala un informe realizado por La Voz, cómo último recurso, el joven se valía de una amenaza que en todos los casos le resultaba efectivo: si el dueño se negaba a dejarlo entrar en el departamento, él decía que los iba a denunciar por una "transacción engañosa", crítica que en Booking puede repercutir en una baja de la calificación del oferente.
Una vez que Figueroa se ganaba la confianza del dueño del departamento y se quedaba allí, se llevaba todas las cosas de valor que pudiera: desde televisores hasta pavas eléctricas, cuadros, utensilios y cualquier otro objeto.
Cuando los dueños regresaban al departamento, extrañados porque la transacción económica virtual no se había efectuado, se daban cuenta que habían sido desvalijados y que Figueroa ya no estaba en ninguna parte. Sólo les quedaba ir a corroborarlo en las cámaras de seguridad del edificio.
En mayo de 2019 fue condenado por la Cámara 6° del Crimen a tres años de prisión condicional por ser encontrado autor penalmente responsable de los delitos de estafa reiterada (24 hechos), hurto reiterado (21 casos) y robo reiterado (tres acusaciones), en concurso real.
Tras ser detenido el 31 de enero de aquel año, Figueroa pactó cuatro meses después un juicio abreviado: dijo estar arrepentido, escuchó la condena a prisión condicional y regresó a la calle.
Fue entonces, estando en libertad condicional, en la que supuestamente debía cumplir una serie de requisitos y ser controlado por la Justicia, que Figueroa volvió a las andanzas a fines del año pasado. Se sospecha que entre octubre y diciembre de 2019 desvalijó seis departamentos más.
Actualmente, en medio del receso judicial por la cuarentena que se extendió entre marzo y abril, el instructor Luis Quevedo Caille fue acumulando los nuevos casos en una acusación formal, la cual el fiscal Fenoll acaba de elevar a juicio.