María Eugenia Cadamuro tenía puesta una campera de su hijo cuando fue hallada sin vida semanas atrás, informó la Fiscalía de Instrucción de Jesús María. Jeremías Sanz es el único imputado por el hecho.
A través de fotografías, los investigadores pudieron observar al joven con una campera roja, marca Uniqlo talle L, de las mismas características que la que vestía la mujer.
A través de un decreto firmado por el fiscal Raúl Almeida se confirmó la prisión preventiva de Sanz. Está acusado de homicidio doblemente calificado por el vínculo y violencia de género, agravado por el uso de arma de fuego.
La fiscalía sostiene que Jeremías ejerció distintos tipos de violencia sobre su madre, tanto psíquica como física y económica.
La colcha, también del hijo
Luego de ser asesinada, el cuerpo de Maru fue puesto dentro de dos bolsas de consorcio y enterrado a 1,5 metros de profundidad. Lo taparon con una manta reversible que de un lado era monocromática y del otro tenía rayas horizontales de dos colores.
Esta colcha estaba en la cama del dormitorio de huéspedes de la casa que Jeremías compartía con su amigo Nicolás Rizzi. Su compañero está sospechado de encubrimiento y falso testimonio y en la mira de la Justicia, aunque todavía no fue imputado.