En Córdoba ocurre una suerte de paradoja: mientras la mayoría de los niños juega en el interior de sus casas, muchos abuelos circulan por las calles sea por la causa que sea. Si bien en bancos, farmacias y supermercados, donde más gente se aglomera, se impone el uso del barbijo y se respeta en general la distancia social recomendada, lo ideal sería que se queden en casa.
Da la sensación que los padres de chicos y chicas en edad escolar están haciendo bien los deberes que reclama el aislamiento social preventivo dispuesto en todo el país para combatir la difusión del Covid-19. Pero, al parecer, no ocurre lo mismo con los adultos mayores.
Quienes se ubican en los escalones superiores de la vida sacan varios cuerpos de ventaja al resto del pelotón de los que transitan a la intemperie los días de la cuarentena. Eso sí, casi todos lo hacen a cara cubierta, según un relevamiento realizado por La Voz.
Según el informe de dicho medio, las colas en los locales de pagos se han hecho más largas que en días anteriores, como también se ha notado que la cantidad de gente que circula en autobuses también es mayor.
Lo preocupante es que, más allá que haya aumentado la cantidad de gente en circulación por la ciudad, un buen porcentaje de ellos son adultos mayores. Ellos salen ya sea para pagar una factura, para comprar algo en un supermercado o una farmacia y no es lo ideal. Teniendo en cuenta que son quienes más riesgos poseen ante una posible infección en esta coyuntura, esto debería ser de otra manera. Lo mejor es que se queden en sus casas y se cuiden hasta que se regularice la situación por el coronavirus.