Por Gonzalo Toledo.
No es la primera vez que visitamos a Otilio Freytes, quien lleva algo más de 20 años al frente de la FM Newbery, emisora con alma de barrio, que se sintoniza en esa zona de la ciudad, en el 88.3 del dial.
Cerca de cumplir los 90, sigue tan activo como siempre, pensando en nuevos proyectos, todos vinculados a la técnica, a los instrumentos y aparatos que él mismo ha construido.
Nuestra anterior visita a su casa/estudio/taller había sido hace unos 10 años, cuando había puesto a funcionar un valioso proyector de cine, con el que proyectaría películas y documentales, además de mostrar algunas viejas imágenes de Córdoba, registradas en celuloide.
Volvamos al presente. Por estos días, Otilio y su hijo Ricardo prueban un nuevo equipo transmisor y le dan forma a la programación de una nueva etapa de su radio, que tendrá el mismo espíritu de servicio para su zona de cobertura y los vecinos del sector.
De a poco, han ido armando los nuevos estudios, donde las computadoras han tomado el lugar que antes ocupaban las caseteras y reproductores de CD que reinaban en el lugar hace ya dos décadas.
Solidarios. "Pensamos en darle espacio a un programa solidario, donde la gente pueda contactarse y formar algo como una bolsa de trabajo", dice Don Freytes, atento a las necesidades de los vecinos. Una de las ideas es que a través de la radio alguien que necesite un plomero, un pintor o algún servicio pueda contactarse y así construir una red. La emisora, recordemos, es de corto alcance y su área de cobertura es el barrio y algunas manzanas más.
¿E internet?
La web y sus redes sociales formarán parte de esta nueva etapa, nos anticipa Ricardo, pero hoy por hoy la prioridad es ajustar la transmisión radial, para largar con 24 horas de transmisión en pocas semanas. Por estos días, las transmisiones de prueba y de puesta a punto ocupan el centro de la atención.
¿Y la música?
En este elemento vital para toda emisora estará al frente Ricardo. “Tenemos en archivo más de 300 canciones de los ‘80, pero no es lo único ni lo que más vamos a difundir, la idea es pasar música popular de todos los géneros”, anticipa. No habrá un estilo musical que esté por encima de otros, sino que la se programará música de acuerdo a las horas del día.
Más planes. La conversación sigue y Otilio empieza a contar otros proyectos que se vienen en el corto plazo y que incluyen la restauración de un telescopio, que lo tiene muy entusiasmado. Su plan sería instalar este instrumento en la escuela Padre Liqueno, en las Altas Cumbres: "Los mantendré informados si hay novedades", anuncia. No sería la primera vez que trabaja con los estudiantes, ya que en sus inicios, la radio Newbery tenía una importante participación de estudiantes secundarios del barrio que conducían programas y hacían notas de exteriores por el barrio, con un equipo móvil diseñado y construido por él.
En las paredes hay carteles de anuncios de viejos programas realizados allí y una placa cuidadosamente enmarcada que espera ser colgada pronto da cuenta de la fecha de inicio de esta aventura: 28 de noviembre de 1997.
Han pasado casi 20 años, que se cumplirán en este noviembre, y la radio Newbery quiere festejarlos con la misma energía de siempre, con el entusiasmo y el ímpetu de su creador.
Con el alma del barrio.