Por Verónica Suppo.
“Fue un golpe durísimo porque fueron nueve días que no entró plata”. “Los paros llegaron en el peor momento porque es, además, el mes del pago de aguinaldo”. “Si no se llega, se pedirá asistencia crediticia”. Éste es el mismo relato que se repite desde las empresas del transporte urbano a cinco días del fin del conflicto más largo que tuvo el transporte en los últimos 15 años.
Los equipos de contaduría de las transportistas están trabajando a contrarreloj porque confiaron que en 15 días tendrán que liquidar cuatro pagos a los choferes y que aún no terminaron de cerrar los números de las pérdidas ocasionadas por los días de coches parados y por los gastos generados durante el plan de contingencia.
De acuerdo con los datos que fueron aportados por las empresas a este medio, ninguna tiene planeado a cortísimo plazo realizar inversiones de renovación en la flota, ya que están pagando unidades: Es decir que el impacto del conflicto no traerá para los usuarios buenas noticias de compras de más coches.
“En nuestro caso hemos sumado a comienzos de año 40 coches nuevos que estamos pagando y esto nos significó un momento crítico. No entró plata a la empresa, y teníamos pagos emitidos, cheques por cubrir, gastos por cancelar”, confiaron desde una de las empresas.
“Desde esta semana estamos analizando si vamos a pedir auxilio financiero”, planteó otro directivo.
Los empresarios enumeraron un calendario de pagos para los choferes que dejó el acuerdo a nivel nacional de recomposición salarial, el que no tuvo modificaciones en las negociaciones durante la protesta. Este lunes las transportistas depositarán a cada trabajar 6.180 pesos en concepto de compensatorio por única vez, el que fue cerrado por el secretario General de UTA nacional, Roberto Fernández, un día antes de que en Córdoba comenzaran las asambleas, el viernes 2.
Este pago estará depositado para los choferes el miércoles próximo e implicará unos 21.012.000 pesos. “Esto llegará en subsidios en un 70 por ciento para Córdoba, por lo que nosotros tenemos que afrontar todas estas diferencias con las pérdidas encima que hemos tenido en el servicio”, confió uno de los transportistas.
Junto con este cobro, los colectiveros percibirán el adelanto de sueldo, que implica un 45 por ciento de los haberes y que ya tiene aplicado el proporcional del 8 por ciento que consiguieron de aumento salarial para junio.
“Con choferes con una antigüedad promedio de 15 años, se les abonará 11.400 pesos”, precisó la misma fuente. Este segundo pago implicará para el sistema 38.760.000 pesos.
El tercer pago lo percibirán los colectiveros con el abono del aguinaldo a lo que los empresarios ya han desistido de pagarlo en dos veces. “No vamos a pedir esto porque queremos cumplir como se acordó, no sumar otro tema, pero este conflicto llegó en el peor mes para el sistema”, detalló la misma fuente.
Y la cuarta cancelación se realizará el 5 de julio, cuando en el cuarto día hábil se complete el pago de los sueldos de junio con la primera cuota de este acuerdo salarial, el que finalmente se aplicará como acordó UTA nacional: 8 por ciento este mes; 7, en diciembre; y 6 por ciento en enero de 2018, que completaría una recomposición del 21 por ciento.
Pérdidas. En los números que manejan los empresarios se elaboró un primer estimativo de las pérdidas debido al transporte parado. En las cuentas tomaron como promedio un corte por día de 740 mil boletos, aunque tomaron 518 mil reales sin contar el Boleto Educativo Gratuito (BEG), el Boleto para Adultos Mayores (BAM) y el Boleto Obrero (BOS).
“El conflicto duró nueve días, algunas fueron fines de semana, que es cuando viaja menos pasaje, sobre estas variables estimamos que en todo el sistema se perdieron 45 millones de pesos los días hábiles y otros 5 millones el fin de semana. Unos 50 millones de pesos fue lo que no ingresó”, se puntualizó.
Suba en el viaje. Los empresarios aseguran que el incremento del 8 por ciento no estaba contemplado en la última tarifa, no así el incremento en el gasoil (que estimaron subió un 60 por ciento). Con estas actualizaciones, las transportistas habían sacado las primeras cuentas para solicitar un incremento en el boleto urbano (hoy a 12,55 pesos), antes de iniciado el conflicto. Y aún no habían formalizado una actualización de tarifa (pensaban hacerlo antes de terminado junio). Los paros pusieron freno momentáneo a esta situación.
“En julio o agosto estimo que se volverá a plantear el tema porque nos llega el 75 por ciento en subsidios nacionales al sistema y porque el marco y ordenanza nos permite plantear que, con una inflación o incremento de más del 10 por ciento de los costos, quedamos habilitados para hacerlo. Con lo que se paga en sueldos y combustible, hemos pasado ese porcentaje”, dijo uno de los empresarios.
La última suba del boleto urbano fue aprobada en diciembre de 2016, por lo que los empresarios buscarán conseguir el aumento antes de las elecciones legislativas del 22 octubre de 2017, aunque desde el Ejecutivo no parece existir la intención de que el tema entre en discusión a corto plazo.