Herido por el samurai cordobés, que se defendió del robo, el ladrón fue atendido en un hospital dada las heridas que el vecino le había asestado con su sable japonés.
Lejos de los códigos de honor de aquellos samurais, el reo quiso obtener beneficio denunciando a los médicos que lo atendieron, pero la Justicia resolvió archivar la denuncia, entendiendo que recibió una adecuada atención médica.
Así se cierra el capítulo de esta historia que comenzó en 2015, cuando unos malvivientes entraron a robar a la casa de un cordobés, que tomó una espada japonesa que colgaba de una pared de su casa y se defendió.
Uno de esos maleantes es Juan Carlos Tolosa, quien había denunciado mala praxis al argumentar que los médicos del Hospital San Roque no le brindaron la mejor atención dada su condición de preso y que le negaron una prótesis para una de las manos que sufrió el filo de la espada oriental.
Pero su denuncia quedó archivada, según explicó el fiscal Marcelo Fenoll: "mi decisión penal es que no ha habido ningún delito cometido por el personal médico que atendió a esta persona que tenía heridas en la mano", dijo a la radio Cadena 3.
"Producto de la investigación, llegamos a la conclusión que el denunciante ha recibido la misma atención médica que podría haber recibido cualquier ciudadano de la provincia de Córdoba. No se le implantó esa prótesis porque no existía en el país. Motivo por el cual, los médicos se abocaron al arte de la curación y a brindarle el tratamiento posible", cerró el fiscal.